Última atualização 8 Março, 2021 por Alberto Llopis
Max Merkel fue uno de los entrenadores más duros de la vieja escuela del fútbol europeo. Si uno echa un vistazo a las nuevas ciencias del fútbol que han traído nuevos métodos de trabajo y entrenamiento y se forma con ellas para luego echar la vista atrás y ver como se trabajaba en el fútbol de hace décadas, posiblemente más de uno, se echaría las manos a la cabeza.
Sesiones físicas sin balón con tareas casi más propias de un entrenamiento militar que del fútbol, ausencia del material con el que se trabaja hoy en día, etc.. Pois bem, en ese fútbol, tan tosco como bizarro y romántico, había un hombre que lo ganó prácticamente todo y que ya era el más duro del momento. Falamos como, de Max Merkel, mais conhecido como Mr Látigo.
Max Merkel y la leyenda de Míster Látigo
Nascido em 1918 en Viena, Max Merkel tuvo una trayectoria digna de ser recordada. Fue futbolista, entrenador y militar, posiblemente de esta última faceta, aplicó unos cuantos métodos a su trabajo como entrenador lo que le costó el apelativo de Míster Látigo. Fue internacional con Alemania y con Austria una vez ya acabada la Segunda Guerra Mundial.
treinamento, dirigió entre 1954 sim 1983 a numerosos equipos entre ellos al Rapid de Viena, Borussia Dortmund, Munich 1860, Sevilha, Atlético de Madri, Schalke 04, Karlsruher SC, Zurich y a la selección de Holanda entre otros. Ganó la liga en tres países diferentes, en Austria con el Rapid, en Alemania con el Munich 1860 y el Nuremberg y en España con el Atlético de Madrid.
El hombre de los entrenamientos militares aplicados al fútbol
Pero si por algo pasó a la historia fue por su cambio en la concepción de los entrenamientos de fútbol, algo suaves por aquella época. Introdujo métodos marciales con más carga física, nada que ver con los tranquilos entrenamientos del futbolista medio de la época, rechoncho y poco trabajado por naturaleza. Sus métodos y una foto suya en un festival benéfico disfrazado de domador con el látigo en la mano hicieron el resto para que se ganara el apelativo de Míster Látigo.
Tuvo polémicas en Sevilla y Madrid donde su estilo y carácter chocaban con los modos y la forma de vivir de la España de la época. Porém, en ambos clubes, sacó el máximo partido y los llevó hasta lo más alto a pesar de dejar numerosas anécdotas como aquella en la que dejó tirados a sus jugadores en la Casa de Campo de Madrid para que volvieran corriendo al estadio. finalmente, Míster Látigo, dejó este mundo en 2006, ya en pleno siglo XXI a los 88 años convirtiéndose así en historia del fútbol.