Última atualização 30 Maio, 2013 por Julio Muñoz
Newell’s Old Boys se clasificó para las semifinales de la Copa Libertadores al superar a Boca Juniors en una tanda de penaltis que llegó hasta los 26 lançamentos, y que se decidió a favor de los rojinegros por 10-9. Un partido inolvidable para el gran público y que no podía pasar por alto Colgados por el Fútbol.
En una tensa tanda de penaltis en la que se resolvió la eliminatoria tras la ineficacia goleadora de ambos equipos en 180 minutos de juego, el astro del Boca Juniors, Juan Román Riquelme, falló un penalti y el portero local, Nahuel Guzmán, paró dos. La clasificación premia al mejor equipo argentino de la temporada, que además lidera la Liga un año después de penar en los puestos del descenso, con el entrenador Gerardo Martino como el principal factor de esa remontada.
El equipo rosarino dominó buena parte del primer tiempo con una consistente elaboración del juego apoyado en Lucas Bernardi y Pablo Pérez, ante lo cual los boquenses respondieron con solidez para el corte aunque sin demasiadas posibilidades de ataque. Riquelme careció de tiempo y espacio para señalar la salida al Boca Juniors y en el otro extremo del campo los locales Maxi Rodríguez, Víctor Figueroa e Ignacio Scocco no alcanzaron a capitalizar el control del partido que sus medios ejercían a sus espaldas.
Nesse contexto, el choque se hizo cada vez más previsible, ambos llegaban hasta donde podían, ahorraron esfuerzos y el dominio del Newell’s fue cada vez menos profundo y la falta de sorpresa terminó de alejarlo del área de un tibio Boca Juniors. Al hacerse cargo del mal momento que atraviesa, el equipo que dirige Carlos Bianchi se pasó de cauteloso y hasta cayó en la racanería mientras que el Newell’s por momentos lo respetó más de la cuenta.
En el segundo tiempo la formación de Gerardo Martino intentó instalarse en el campo rival y presionó con dinámica, pero en la primera ocasión que tuvo el Boca Juniors el punta Nico Blandi remató de cabeza directo a la meta de Guzmán a los 52 minutos y se interpuso Milton Casco, que rechazó oportunamente.
Riquelme se echó el equipo a los hombros, generó tres situaciones de gol consecutivas y dio una asistencia a Blandi, que estrelló la pelota en un poste con un cabezazo a los 57. De inmediato el Boca Juniors se quedó con diez jugadores por la expulsión del lateral Clemente Rodríguez por una falta y exceso verbal. El partido se calentó y por superioridad numérica el Newell’s multiplicó su presión sobre el área rival, aunque sin claridad frente a un conjunto boquense replegado. A estas alturas la aportación de Riquelme ya era mínima para el Boca, equipo en el que destacaba el portero Orión.
No hubo caso, el cero era inamovible, como lo fue el de la semana pasada en ‘La Bombonera’. Los penaltis clasificaron al Newell’s Old Boys.