Última atualização 27 abril, 2014 por Alberto Llopis
Paco Jémez llevó la temporada pasada al Rayo Vallecano a la mejor clasificación de su historia en Primera. Sim embargo, durante gran parte de ésta, el técnico ha estado en el disparadero por algo tan difícil como poco común en los tiempos en los que vivimos, llegar hasta el final por una idea.
Como no nos gusta faltar a la verdad, hay que decir por delante que quien les escribe, pensaba que Paco Jémez estaba hundiendo al equipo vallecano en la parte baja de la tabla por querer defender un concepto de fútbol que quizás no era el idóneo para uno de los equipos con el presupuesto más bajo de la categoría, una de las cosas que se suelen acuñar cuando un equipo de fútbol profesional no juega bien. Lo cierto es que la temporada pasada recibió elogios y esta palos que al final, se han tenido que convertir en elogios. Suena lioso pero tiene su sentido.
El Rayo, fue uno de los mejores en cuanto a juego se refiere y también en la tabla clasificatoria donde el equipo de Vallecas consiguió una octava plaza que le daba para competición europea. Una plaza que la UEFA alter ego europeo de la FIFA (ese organismo que quita y pone sanciones según el nombre del equipo) anuló al igual que la del Málaga, al estar el conjunto rayista en Ley Concursal y que dio pie a la entrada del Sevilla como noveno clasificado.
Con la llegada del verano de 2013, la buena temporada del equipo rayista no había pasado desapercibida y sufrió la perdida de sus mayores puntales. Jugadores como Leo Baptistao, Chori Domínguez, Piti, Casado o Javi Fuego abandonaron Vallecas. Para un equipo como el Rayo, eso podría ser un golpe mortal, como así parecía ser durante prácticamente toda la temporada hasta la recta final de la misma.
El Rayo, con el mismo sistema del año pasado pero diferente base de jugadores, parecía naufragar y caminar hacia el descenso de manera irrevocable. Con un juego, calificado casi de suicida y siempre intentando salir con el balón controlado y tocando, el Rayo, se convertía en el equipo más goleado de la Liga perdiendo partido tras partido.
Afortunadamente para los fieles y animosos seguidores que acuden a Vallecas, el club creyó en su entrenador y no lo destituyó como suele ocurrir en estos casos y más cuando el tema era casi un clamor popular. El técnico siempre defendió su idea y al final se salió con la suya. El propio Jeméz dijo en rueda de prensa que su idea era esa y que no iba a cambiar pasará lo que pasará.
Y lo que ha pasado es que el Rayo es el equipo más en forma del último tramo de la temporada. En pleno febrero, no dia 24, el Rayo era el antepenúltimo en la tabla con 20 pontos. En la jornada 35, solo dos meses después, el equipo vallecano es noveno con 43 pontos. Mientras que equipos como el Elche, saúde, Valladolid o Granada han sumado poco más de 10 puntos y otros como el Getafe o el Betis, apenas 7-8, el equipo de Jémez ha hecho 23, más puntos que en toda la primera y parte de la segunda vuelta. Unos números sólo al alcance de los tres primeros.
Con el equipo salvado comodamente, quizás llega el momento de cerrar muchas bocas y reconocer el triunfo de la perseverancia y sobretodo de la convicción de una idea. Se puede morir o triunfar por una idea pero si se llega al final creyendo en ella, no queda otra que quitarse el sombrero, algo que Jémez ha conseguido por lo menos para quien les escribe.