Última atualização 26 novembro, 2012 por Alberto Llopis
El Atlético Paranaense conseguía este fin de semana el ascenso a la Primera División del fútbol brasileño. En sus filas, un viejo conocido de la afición española tras su paso por el Salamanca, Cartagena, Rayo Vallecano y Levante, un tipo con un carácter peculiar, Pedro Botelho.
O jogador, que llegó este verano al equipo brasileño, la lió a lo grande montando una tangana espectacular en el partido en el que su equipo se jugaba el ascenso frente al Paraná, rival de la ciudad en un derby donde saltaban chispas.
Casi al final del partido, Botelho entraba brutalmente a un jugador del rival ciudadano y lo que es peor, antes de marcharse al vestuario se liaba a puñetazos con Ricardo Conceiçao, dorsal número 5 del Paraná. No es la primera vez que a Botelho, jugador de gran calidad pero mala cabeza, se le cruzan los cables.
El año pasado sin ir más lejos, protagonizó dos escándalos bastante sonados. El primero cuando estando en el Rayo Vallecano, chocó su coche contra uno de policía, fugandose para luego ser interceptado y descubrir que estaba en estado ebrio y que además no disponía de licencia para conducir en España.
A segunda, un mes después, cuando ya jugando en el Levante, Botelho abandonó la concentración por la noche tras el partido contra el Real Madrid en el Bernabéu y el equipo se marchó de Madrid, sin él, dejando al jugador en tierra pues no estaba en su habitación por la mañana. Sin duda un ejemplo de gran jugador con mala cabeza, tanto como para pasar de la Primera División de la mejor Liga del mundo a la Segunda División brasileña.