Última atualização 27 abril, 2017 por Alberto Llopis
Los hechos ocurridos en el partido entre el Peñarol y el Palmeiras son intolerables, máxime si hablamos que se trataba de un partido de la Copa Libertadores, la mayor competición fubolística de América y la versión de la Champions League en el continente sudamericano. Un partido que acabó en una batalla campal entre futbolistas de ambos equipos e incluso entre aficionados dejando una vez más en evidencia la frágil situación de seguridad que vive el fútbol en ese continente.
El encuentro terminó de forma bochornosa con una pelea que comenzó en el terreno de juego, se contagió a la grada y terminó en la zona de vestuarios. Todo comenzó al término de un encuentro que terminó con victoria por 2-3 de los cariocas. Algunos futbolistas uruguayos fueron en busca de Felipe Melo, un jugador con un historial de sobra problemático. El brasileño que jugó en el Racing de Santander, respondió con un puñetazo. A partir de ahí se lió la mundial con una tangana que terminó con la grada en pie de guerra ante la impotencia de las fuerzas de seguridad del estadio que se vieron desbordadas. Una situación que se repite constantemente en los estadios de aquellos lares.
Melo, tuvo que ser escoltado por la policía en el mismo terreno de juego porque los jugadores del Peñarol se lo querían comer. La fuerzas del orden y algunos miembros del cuerpo técnico acabaron recibiendo golpes por parte de jugadores de ambos equipos que estaban fuera de si en medio de una monumental tangana. La tensión se trasladó a la grada del estadio Campeón del Siglo con lanzamiento de objetos e insultos entre las dos aficiones. Ni siquiera la presencia de algunos futbolistas del Peñarol intentando pedir calma consiguió parar la escalada de violencia.
La pelea siguió en la zona de vestuarios donde hubo todo tipo de golpes, improperios y amenazas por parte de miembros de ambos conjuntos. Estos lamentables incidentes pueden ocasionar duras sanciones a ambos equipos pero la bochornosa imagen para una competición que es la más importante a nivel de clubes de América quedó una vez más empañada y dejó claro que sigue a muchos millones de años luz de la Champions.