Última atualização 29 Março, 2024 por Alberto Llopis
Imaginemos que conseguimos entradas para uno de los partidos más importantes de la temporada en el mítico estadio de Old Trafford, sede del Manchester United. Un viaje apasionante, fútbol de primer nivel y amigos. Aunque parezca un plan perfecto, hay un detalle que no siempre tenemos en cuenta: ¿por qué, durante el descanso de un encuentro, nos limitamos a quedarnos sentados y a hacer lo que podríamos estar haciendo en casa?
Todo el mundo saca el celular y consulta los resultados del resto de partidos de la jornada, se hace fotos o aprovecha el momento para jugar en un casino online. Aunque todas estas son maneras rápidas y fáciles de pasar el rato, seguro que hay cosas más entretenidas que hacer. Al fin y al cabo, no todos los días disponemos de tiempo libre en uno de los mejores estadios del mundo.
Los enamorados del fútbol de antaño que quieran revivir lo que se sentía en un estadio inglés antes de la irrupción de las grandes plataformas de televisión pueden visitar las nuevas zonas de pie seguras y preguntar a los aficionados qué les parecen.
Animar hombro con hombro junto a otros aficionados de nuestro equipo es la mejor manera de disfrutar del fútbol, motivo por el cual los clubes han luchado tanto por recuperar las gradas de pie. Inglaterra ha dejado atrás los disturbios constantes de los años 70 sim 80, por lo que la violencia en los estadios ha dejado de ser un problema. En la grada Stretford End, los aficionados llevan más de una década viendo el fútbol de pie de forma no oficial. Podemos hablar con los abonados que tienen su localidad en este fondo y quizá plantearles que nos cambien el sitio.
Por el camino, podemos detenernos en uno de los bares del estadio para probar la cerveza que allí se elabora y, si nos gusta, preguntar en qué establecimientos podemos adquirirla. Es una buena manera de integrarse y conectar con la historia del teatro de los sueños. Degustar la cerveza local nos permitirá afrontar el segundo tiempo con energías renovadas y animar a nuestro equipo a intentar abrir el mercador, a seguir goleando o a buscar una gran remontada. Es también una buena manera de entablar conversación con otros aficionados y compartir historias de nuestros viajes, de nuestros jugadores preferidos o de lo que debería hacer el entrenador en la reanudación.
Si nos sentimos generosos, podemos acercarnos a uno de los voluntarios de alguna organización benéfica y realizar un donativo o preguntar si podemos colaborar con ellos en un futuro encuentro. Trabajar de voluntario en los partidos es una buena manera de acceder gratuitamente al estadio y colaborar por una buena causa. También podría servirnos de excusa para convencer de la necesidad de volver al estadio a algún compañero de viaje poco amigo del balón.
Cuando hayamos hecho todo esto, quizá sea el momento de sacar el celular un par de minutos antes de que los jugadores salten de nuevo al terreno de juego.
Los ánimos al final del partido pueden estar un poco crispados si los diablos rojos no han conseguido la victoria, por lo que es importante saber movernos por la zona: resulta aconsejable consultar los diferentes servicios de transporte público y evitar las aglomeraciones y los posibles enfrentamientos entre aficiones. Una buena idea es salir del estadio rápidamente tras el pitido final o incluso algún minuto antes de la finalización del encuentro o, quizá mejor, quedarse un rato en el campo a aplaudir a los jugadores y comentar el partido con los amigos.
Hagamos lo que hagamos, lo importante es asegurarse de aprovechar la experiencia al máximo y disfrutar de un día inolvidable.