Última atualização 8 dezembro, 2022 por Alberto Llopis
Se suele decir que la Eredivisie es un coto cerrado. Que entre Ajax, PSV y Feyenoord se suelen repartir los títulos. Algo cierto si se observa que en las últimas cincuenta temporadas sólo AZ Alkmaar y Twente han roto dicha tendencia. Porém, no parece que este año uno de los tres grandes de la liga holandesa vaya a luchar por seguir manteniendo esa hegemonía. El culpable, el PSV Eindhoven, el segundo equipo más laureado de toda Holanda con 21 ligas y uno de los pocos en saber lo que es ganar Copa de Europa y Copa de la UEFA.
Un gran club, habitualmente trampolín de grandes estrellas entre las que han destacado Romario, Ronaldo, Van Basten, Van Nistelroy, Ronald Koeman o Ruud Gullit, que, porém, vive posiblemente los que son los momentos más bajos de su historia. Noveno ubicado en la Eredivisie, el conjunto de Phillip Cocu suma ya siete partidos sin ganar en la que es su peor actuación en mucho, mucho tiempo. Siete partidos que le han dejado a trece puntos del Vitesse, el último equipo en rendir visita en el Phillips Stadion y en golear a los rojiblancos por un contundente 2-6. Derrota que sin embargo dejó algo positivo. La imagen de unos jugadores pidiendo perdón a la grada y una afición animando a sus futbolistas en los malos momentos.
Algo nunca vista en los últimos tiempos para un equipo que ha estado en Europa en los últimos 41 años y que presume de haber quedado ininterrumpidamente entre los cinco primeros de la Eredivisie desde la campaña 1971-72. Claro, que el equipo no sea capaz de obtener la victoria desde el pasado 6 de octubre es preocupante y ya son muchas las voces que reclaman cambios pues la tendencia es a seguir descendiendo puestos.
Una de las causas de esta inédita situación es evidentemente las bajas esta temporada de Martens (Nápoles) o Strootman (cigano) y la poca aportación o bajo rendimiento de sus llegadas (Bruma y Maher especialmente) y la parte de arriba del equipo(con Toivonen a la cabeza). Claro que el mayor problema se concentra en la línea defensiva. Estamos hablando de un equipo que ha recibido 24 gols em 16 encuentros y que encima cuenta con una plantilla joven e inexperta en afrontar este tipo de situaciones.
Pensar que el PSV pueda descender es una utopía en una liga como la holandesa, donde una buena racha te asegura pelear por los puestos de arriba, pero que duda cabe que se hace raro ver al PSV en estas plazas de zona intermedia de la clasificación. Y más aún, se hace raro ver a un conjunto que apenas nos aporta magia y cosas destacables más allá del prometedor Zakaria Bakkali. Eso sí, le sigue quedando a su jugador 12, la hinchada fiel que este fin de semana volvió a dejar una de las imágenes más conmovedoras de toda la jornada europea.