Ruy Ramos, uno de los pioneros del fútbol profesional en Japón

Ruy Ramos, uno de los pioneros del fútbol profesional en Japón

Con más de 100 años, el intercambio cultural nipo-brasileiro ha dejado un amplio legado en cultural. Japoneses en Asia, brasileños en América, ambos compartiendo grandes aportaciones étnicas, artísticas, profesionales, y en ciertos casos, también deportivas. Sergio Echigo, apodado “Elástico”, fue quizá el primer futbolista destacado de raíces nipo-brasileiras. Paulista de nacimiento, constituye uno de los cerca de 1,500,000 brasileños de origen japonés que habitan dicha metrópoli, quienes también son conocidos como nikkei.

En 1963, fue un elemento fundamental para la pradera derecha del Corinthians, en donde brilló con sus famosas gambetas, algunas de ellas utilizadas después por su compañero, el destacado e histórico Roberto Rivelino. Años más tarde, jugó en Japón para el equipo de la empresa Towa State Develoment, que para los años 70, contaba con un equipo amateur integrado por trabajadores de dicha compañía, y que constituye el antecedente del hoy plantel profesional Shonan Bellmare. En la misma época, otros dos nikkei, destacaron jugando en equipos amateur en un todavía incipiente fútbol japonés, ellos fueron Nelson Yoshimura y George Yonashiro.

Pero la verdadera historia a la que nos referiremos, comenzó cuando Yonashiro, nikkei oriundo de Sao Paulo, realizó un descubrimiento que años más tarde, imprimiría ese mestizaje peculiar al fútbol nipón. En enero de 1977, un chico espigado, de 19 años, fue visoreado por Yonashiro, quien lo miró de entre las filas de un equipo de categorías inferiores llamado Saaji FC. Su nombre, Ruy Ramos.

Ruy Ramos con la camiseta japonesa.
Ruy Ramos con la camiseta japonesa.

El brasileño-japonés más conocido en el mundo del fútbol 

Nacido en Mendes, una pequeña población a las afueras de Río de Janeiro en 1957, Ramos recibió la enseñanza del fútbol por parte de su padre, quien murió cuando Ruy tenía escasos 6 años. Tal situación obligó a la familia a mudarse a Sao Paulo, a la casa de una tía.

A los 17 decidió salirse de la escuela para dedicarse al fútbol, algo que no gustó demasiado a su madre. Ante las pocas posibilidades de destacar en un país dechado de talentos, Yonashiro le sugirió emigrar junto con él a Japón, en donde tenía la posibilidad de jugar al fútbol a cambio de dinero en el club Yomiuri FC, que pertenecía al periódico homónimo.

Durante su carrera se destacó en el mediocampo, pero jugó en otros sectores del campo, como la defensa y la delantera. No obstante, su llegada al país del Sol Naciente le trajo problemas de adaptación, en una cultura demasiado complicada para los occidentales. Además, Ramos tenía un fuerte temperamento, lo que le valió una expulsión por un año luego de una entrada artera sobre un jugador del Nissan (que después evolucionó en el Yokohama F. Marinos). Una vez cumplida la suspensión, Ramos volvió en plan grande al ganar dos títulos de goleo consecutivos. La racha positiva le trajo tan buena suerte, que y le llenó de popularidad, que en este mismo tiempo conoció a su esposa Shimizu Hatsune, (quien murió en 2011, víctima de cáncer).

No obstante, su carrera tuvo altibajos, uno de ellos, producto de un accidente en motocicleta en 1981, cuando viajaba con su esposa quien resultó ilesa. Como consecuencia tuvo una fractura de tibia y peroné que lo alejó de las canchas y le hizo caer en depresión. Hatsune, sufrió el desdén de Ramos, quien molesto por su condición propia, la alejó por un tiempo de las visitas hospitalarias que le realizaba.

Sin embargo, la chica no desistió en sus cuidados, a pesar de que Ramos, se refugió durante un tiempo en el alcohol para ahogar la pena de no jugar por un largo periodo de tiempo. Una vez superada su crisis, casi un año después, Ramos regresó de manera discreta para 1982 y se consolidó al año siguiente, al convertir 10 goles en la temporada de la liga semiprofesional.

Al año siguiente contrajo nupcias con Hatsune, y para 1985, el Yomiuri fue invitado a jugar la Copa Kirin, ganada por el Santos de Brasil, y en la que los resultados no fueron los esperados para el Yomiuri. Durante la segunda mitad de la década de los 80, los dos principales equipos de la entonces Japan Football League, el Yomiuri y el Nissan, decidieron unir fuerzas para iniciar con los planes de desarrollo de un nuevo proyecto. La J-League comenzaba a paladearse y cada vez más extranjeros comenzaron a engrosar las filas de los clubes nipones. Ramos recibió la sugerencia de naturalizarse japonés, algo que no miró con buenos ojos en un principio. Empero, una trayectoria de varios años, sumado a su matrimonio con una mujer japonesa, le hicieron inclinarse por tal decisión. Ya como japonés adoptó el nombre de Ramosu Rui.

Ruy Ramos junto a Kazu Miura otra leyenda del fútbol japonés.
Ruy Ramos junto a Kazu Miura otra leyenda del fútbol japonés.

Finalmente en 1993, la espera dio frutos y se jugó la primera temporada de la J-League, cuya creación institucional se dio un año antes. Para ese momento los clubes seguían representando a compañías, pero habían trascendido al profesionalismo, es decir, ahora se contrataron futbolistas profesionales para crear un campeonato de élite.

Con diez equipos disputando el título, la mayor atracción fue Zico, que fue contratado por el Kashiwa Antlers. Pero no opacó a la figura de Ramos, quien se convirtió en poco tiempo en la estrella del Verdy Kawasaki (Antes Yomiuri FC) y que se caracterizaba por su altura y su look de cabello rizado y peculiar barba.

Primera convocatoria con Japón 

Para 1992, Ramos fue llamado a integrar la primera selección japonesa profesional, convirtiéndose en el primer occidental puro, en jugar para dicho equipo. Con el combinado, ganó la Copa Asiática del mismo año y en 1993 fue testigo de la triste descalificación en la eliminatoria hacia la Copa del Mundo Estados Unidos 94.  Para el 95, Ramos se despidió de la absoluta de japonesa en un partido contra Brasil, en donde los nipones perdieron 5-1. A pesar de ser brasileño, para muchos jugadores amazónicos era un completo desconocido.

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Ruy Ramos un mito del fútbol japonés.

Ramos prosiguió su carrera en el Verdy, obteniendo ocho campeonatos entre ligas, copas y supercopas. Tuvo una salida del equipo de Yomiuri en 1995, ya que no entró en los planes de Emerson Leao, quien ocupó el banquillo. Jugó tres años en el Kyoto Purple Sanga y volvió en el 98 al club de sus amores, sólo para retirarse a los 39 años. En ese año ya participaba en la selección Wagner Lopes, quien siguió la tradición de Ramos, siendo el segundo brasileño sin raíces japonesas en vestir la casaca nipona.

En su etapa activa, fue tal su popularidad, que incluso la compañía de videojuegos Nintendo, emitió un juego de fútbol con su nombre. A su retiro, Ramos comenzó una trayectoria como técnico. En el ámbito profesional dirigió al Kashiwa Reysol, al Tokyo Verdy (antes Yomiuri FC y Verdy Kawasaki) y al FC Gifu. Además dirigió a los combinados japoneses de fútbol playa y futsal. También inició una trayectoria como empresario y como músico, con un grupo tradicional brasileño en el que su hija es la intérprete.

La carrera de Ramos es importante pues constituye el parteaguas de un gran éxodo de futbolistas brasileños hacia las filas de los equipos japoneses. Ramos dejó un legado, pues después de él, han sido tres los brasileños que han jugado para la selección japonesa, incluso en Copas Mundiales: Wagner Lopez (1998), Alessandro Santos (2002 y 2006) y Marcus Tulio Tanaka (2010); Recientemente el holandés de madre japones y nacido en Japón Mike Havenaar, continuó la tradición de naturalizados, al jugar un Mundial Sub-20 en 2007. 

Havenaar la nueva torre japonesa.
Havenaar con la selección absoluta de Japón. FOTO: As

Sergio Castillo

Historiador de fútbol y demás deportes. Visionario antropológico de las identidades futboleras. Me he colgado por el fútbol. Puedes leerme en Colgadosporelfutbol.com y futbolysociedad.blogspot.mx y seguirme en @scastillo14. México D.F.
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