Última actualización 28 febrero, 2014 por Alberto Llopis
El Vitesse es uno de los clubes históricos del fútbol holandés. Fundado en 1892, todos los años anima la competición dando más de un susto a los grandes de la Eredivisie. Sin embargo, lo que muchos no saben es lo que esconde este modesto cuadro de Arnhem.
Para empezar, su estadio, el Gelredome, una maravilla arquitéctonica creada para la Eurocopa del 2000 y que presume de contar con 25.000 asientos, un techo retráctil y un césped que protegen el terreno de juego del rigor invernal permitiendo jugar bajo cubierto al igual que ocurre en el Amsterdam Arena.
Pero más allá del estadio, lo que de verdad marca la identidad del club es su propietario y su relación con el Chelsea. Porque aunque su nuevo dueño es el ruso multimillonario Aleksandr Tsjigirinsk, su presidente es el ex- futbolista georgiano (el único extranjero de la Eredivisie) y ahora empresario Merab Jordania, un íntimo amigo de Roman Abramovic, con quien firmó nada más aterrizar en el Vitesse un convenio de colaboración por el cual el club holandés puede disfrutar de las jóvenes promesas del conjunto blue que de paso se foguean con minutos en una liga de alto prestigio.
Una iniciativa que ha recibido muchos elogios y críticas (hay quien lo considera que desestabiliza la liga y que el equipo pierde identidad y da paso a los grandes magnates de otros campeonatos) y que sobre todo, ha hecho que la actual plantilla tenga hasta cinco cedidos del actual Chelsea, a saber, Patrick van Aanholt, Bertrand Traoré, Cristiano Atsu o el prometedor brasileño Lucas Piazon, considerado por muchos como uno de los mejores jugadores que juegan en Holanda.
Cinco veces subcampeón de la Eredivisie y tres de la Copa, el Vitesse nunca ha ganado nada pero ha dado infinidad de buenos jugadores. Es el caso Roy Makaay , Nikos Machlas , Sander Westerveld , Danko Lazovic , Pierre van Hooijdonk , Mahamadou Diarra, Philip Cocu o los traspasados recientemente Ginkel y Wilfried Bony.
Su presupuesto es de apenas 30 millones de euros y el año pasado debió conformarse con participar en la fase previa de la Europa League, pero Jordania prometió en su llegada al cargo en 2010 que en tres-cuatro años el equipo sería campeón. Van cuartos a ocho puntos del Ajax, pero quien sabe. Nunca se puede decir de este agua no beberé.