La figura del árbitro siempre está en el punto de mira. Desde los tiempos en que los trencillas iban vestidos totalmente de negros y eran llamados cucarachas. Con el paso de los tiempos, las cosas no han cambiado. Polémicos a veces, acertados y desacertados a partes iguales, lo cierto es que pocas veces consiguen pasar desapercibidos. Por eso, en Colgados por el fútbol, queremos recordarte cuatro de las acciones más esperpénticas de cuatro colegiados.
1-Prados Garcia fingió una agresión de Ceballos, portero del Racing de Santander
Lo ocurrido en el Racing 1- Zaragoza 2 de la temporada 99-00 dificilmente se volverá a repetir en un terreno de juego. Los protagonistas, dos: el portero del Racing, José Ceballos y el árbitro del encuentro, Prados Garcia.
Lo sucedido inaúdito. El Zaragoza marca un gol legal, Ceballos, que piensa que ha sido marcado con la mano, se va a protestar de forma airada al colegiado. Éste decide expulsarlo, y de repente se lía la mundial: el cancerbero se acerca a Prados Garcia para recriminarle el motivo de su expulsión. Un leve contacto entre Ceballos y el árbitro es aprovechado por Prados García para irse al suelo como si de un tiro hubiera muerto.
La interpretación, merecedora de un Oscar al mejor actor, acaba con Ceballos siendo sancionado con doce partidos, que luego quedarón reducidos a ocho. Al Comité de Competición debió gustarle la actuación de Prados y apostó por el espectáculo, pues siguió pitando el resto de la temporada como si no hubiera pasado nada.
2-Rafa, no me jodas, penalti y expulsión
El 29 de septiembre de 1996 pasará a la historia como el día de ¡Rafa, no me jodas!. Ocurrió durante un Zaragoza- Barcelona. El conjunto maño ganaba por 3-2 cuando una falta sin aparente incidencia iba a encendiar la Romareda. Tras detener el centro el portero zaragocista y retornar los jugadores hacia sus posiciones, el línier Rafa Guerrero levantó el banderín y requirió la presencia del colegiado Mejuto Gónzalez.
A partir de aquí la conversación que pasará a la posteridad. Rafa que observa que hay una agresión de Aguado a Couto y se lo hace saber a Mejuto. El árbitro que duda y no sabe que hacer, finalmente sigue el camino del auxiliar y señala el famoso penalti y la expulsión de Aguado en vez de Solana tras un elocuente Rafa, no me jodas, me cago en mi madre, ¿expulsión de quién?.
La jugada acaba con el Barcelona trasformando la pena máxima y Rafa Guerrero mundialmente conocido. Tanto fue así, que a partir de esa fecha fue muy habitual y frecuente ver al línier en anuncios y en multitud de medios de comunicación. En cualquier caso, la jugada, al margen de su repercusión, supuso una nueva forma de actuar de los jueces de línea.
3–Iturralde eternizó la amarilla de Zigic
Fue la tarjeta amarilla más larga de la historia del fútbol. En juego estaban disputando una jornada de liga el Valencia y el Mallorca. El delantero serbio del conjunto valenciano Dragan Zigic simuló un penalti que no era en el área bermellona. Debió pensar Iturralde Gónzalez que el teatro no le gustaba, que mejor pasarse al cine. Para ello, eternizó con el brazo en alto durante 13 segundos la amarilla de Zigic ante asombro de propios y extraños.
4-Charles Corver y el crimen del siglo
Fue participe del famoso “crimen del siglo” en el Alemania-Francia del Mundial 82 al no apreciar nada punible en la brutal agresión del arquero alemán Harald Schumacher sobre el francés Patrik Battiston, que quedó varios minutos inconsciente dentro del área germana y además perdió dos de sus dientes. La acción además tuvo al galo nueve meses alejado de los terrenos de juego