Última actualización 13 septiembre, 2014 por Alberto Llopis
El Cholo Simeone ha traspasado su carácter ganador desde el césped a los banquillos. El bravo ex jugador colchonero seguro que esta noche es una de las personas más felices del planeta. Desde su llegada al banquillo atlético allá por 2012, ha conseguido ganar una Europa League, una Supercopa de Europa, la Copa del Rey, la Liga y la Supercopa de España. Además, consiguió llevar al equipo colchonero a una final de la Champions League, algo que no se repetía desde 1974 y que como en aquel lejano día, se le volvió a escapar en los últimos minutos. Pero si por algo ha destacado también Simeone, ha sido por cambiar el rumbo de los derbis contra el Real Madrid, sobretodo en los jugados en el Bernabéu.
Y es que desde que el argentino cogió las riendas del club del Manzanares parece que lo de ganar en casa del eterno rival se ha convertido en todo un clásico. Allí, les levantó la Copa del Rey en su propia casa en mayo de 2013 y les ha ganado en las últimas temporadas. La última ocasión, este 13 de septiembre de 2014.
Pese a la reiteración en el que el juego del Atlético puede ser feo e incluso algún vergonzoso vídeo de un conocido programa de deportes de televisión muy cerca del sensacionalismo donde llegaron a tildar casi de anti-fútbol al equipo de Simeone, la realidad es que el éxito viene derivado de su excelente trabajo pero también en gran medida por el carácter de ganador que siempre ha caracterizado al argentino. Puede gustar más o menos su propuesta, pero el conjunto funciona como un bloque compacto.
El Cholo, como jugador destacó por la lucha, la garra y por esa ambición que solo tienen los ganadores, algunas veces rozando o pasando los limites, la misma que le transmitió a un Atlético que era una sombra de equipo cuando llegó y al que consiguió hasta hacerlo campeón. Como jugador, jugó en España en el Sevilla y en el Atlético de Madrid, donde posiblemente vivió sus mejores momentos como jugador, el mismo lugar donde posiblemente esté viviendo sus mejores momentos como entrenador. Fue jugador del mítico Atlético de 1996, el mismo que consiguió ganar el doblete, el mismo que conquistó una Copa del Rey.
Simeone vivió las dos caras de la moneda en River Plate, hoy sonríe feliz en su Atlético, el mismo al que volvió pese a que no se tenia muchas esperanzas en su trabajo. El mundo del fútbol da muchas vueltas pero de momento lo hecho esta ahí. Cholo Simeone, la garra del césped al banquillo.