Última actualización 25 julio, 2013 por Alberto Llopis
El Atlético Mineiro conquistó su primera Copa Libertadores en una dramática tanda de penaltis en la que superó al Olimpia paraguayo después de remontar en el tiempo reglamentaio el 2-0 El equipo de Ronaldinho tuvo que vivir una nueva eliminatoria de aires épicos, decidida desde los penaltis, a las que parece haberse acostumbrado en esta Libertadores. Se clasificó a las semifinales gracias a un penalti salvado en el descuento ante el Tijuana y necesitó acudir a los lanzamientos de once metros contra el Newell’s para acceder a la fase decisiva.
La primera parte fue del Olimpia, que ató las manos del Atlético Mineiro con un dibujo totalmente defensivo, pero el equipo brasileño, liderado por un Ronaldinho intermitente, terminó imponiendo su técnica y su superioridad física en la segunda mitad, donde Jó inauguró el marcador en el primer minuto del segundo acto.
En pleno arreón local y con el Olimpia jugando con 10 por la expulsión de Manzur, Leonardo Silva marcaría un agónico tanto a cuatro minutos del final que empataba la eliminatoria y llevaba el encuentro a la prórroga, donde los brasileños estrellaron un balón al palo que bien pudo haber evitado la tanda de penaltis.
Finalmente, no fue así y desde los once metros, una parada de Víctor y un lanzamiento fuera de Giménez certificaron el primer título de la máxima competición continental sudamericana del Atlético Mineiro y la entrada en un selecto club de Ronaldinho, quien ha ganado Copa de Europa, Copa Libertadores, Mundial, Copa América, ha sido medallista olímpico, campeón de Liga nacional y de Copa. En definitiva, un broche de oro a una carrera de ensueño.
Hay que recordar que el Atlético Mineiro tiene un Brasilerao en su palmarés y que toda su plantilla está compuesta por jugadores brasileños. Buen síntoma para uno de los grandes del fútbol sudamericano.