Última actualización 13 noviembre, 2019 por Alberto Llopis
¿Recuerdas cuando los torneos se podían decidir con el Gol de Oro y el Gol de Plata? En los últimos años, la FIFA y la UEFA han ido implantando diferentes medidas como sprays, árbitros detrás de la portería, pinganillos para comunicar a colegiados y lineas, el VAR e incluso el Ojo de halcón para determinar si un gol ha entrado o no y acabar de una vez por todas con los goles fantasmas. Sin embargo, no es la única ni la última vez que los máximos organismos del fútbol europeo y mundial intentan cambiar las normas de siempre. Por eso, Colgados por el Fútbol recuerda el invento del Gol de Oro y el Gol de Plata, dos de los mayores fracasos del fútbol.
La Eurocopa de Inglaterra 1996 el primer gran torneo que se resolvió con el Gol de Oro. También en la Eurocopa del 2000 fue decisivo
En la Eurocopa de Inglaterra, celebrada en 1996, se decidió probar con el Gol de Oro. Aquel experimento, consistía en dar la victoria al primer equipo que marcara un tanto en la prórroga. Nacido con la idea de buscar un fútbol más valiente,que diera el triunfo al equipo que metiera gol en primer lugar. Curiosamente, Alemania se valió de él, para conseguir con un gol de Bierhoff el título. Cuatro años después, era el franco-argentino, David Trezeguet, el que daba el título a Francia en la final contra Italia.
También fue decisivo en el Mundial de Francia 1998
El Mundial del 98 también dejó otro Gol de Oro, en este caso, el conseguido por otro francés, Laurent Blanc en los octavos de final contra Paraguay, que tumbó al aguerrido conjunto guaraní. Sin embargo, pronto se dieron cuenta que el objetivo que se buscaba con esta fórmula era todo lo contrario al deseo inicial. El miedo a no perder hacía que los equipos tuvieran muchas precauciones defensivas, con lo que en lugar de potenciar el ataque, se resaltaba la defensa y la especulación en el jugo. Todo ello, además de dejar al equipo que había encajado el gol eliminado y sin margen de reacción.
Parece ser que la FIFA no tenía bastante con la metedura de pata del Gol de Oro, que decidió intentarlo con el Gol de Plata. Ocurrió en 2002 y en este caso, daba el triunfo al equipo que hubiera marcado en la prórroga y hubiera mantenido esa diferencia al término de la primera parte de ese tiempo extra. Vamos, más complicado ya imposible. La idea volvió a hacer aguas y se volvió a lo de toda la vida.