Última actualización 6 abril, 2024 por Alberto Llopis
Edgar Davids fue uno de esos jugadores que marcaron y se quedaron grabados en la memoria de varias generaciones de seguidores del fútbol. No era el mejor técnicamente, ni el más rápido ni un fino estilista del balón pero era indispensable en todos los equipos por los que pasó. Hoy en Colgados os recordamos al «Pitbull».
Davids nació el 13 de marzo de 1973 en Paramaribo, Surinam, fuente de talento para los holandeses con jugadores como Clarence Seedorf originario de allí. De niño emigró a Holanda con su familia y se instaló en Amsterdam. Sus primeras patadas a un balón fueron en las categorías inferiores del Ajax, en el equipo que más tarde, en 1991, debutaría. Allí se dio a conocer a todo el mundo y fue uno de los mejores mediocentros defensivos.
Jugó en algunos de los principales equipos del continente. Barcelona, Juventus, Ajax, Tottenham, Inter y el Milán disfrutaron de su juego. Aunque su mejor rendimiento se desarrolló tanto en el Ajax y como en el Juventus donde ganó la mayoría de títulos que tiene en su palmarés; en ambos equipos fue uno de los jugadores más admirados por la afición. Todo gracias a su garra y dedicación sobre el césped. Jugaba cada partido como si fuera el último.
En su época en el Ajax, el holandés, ganó multitud de títulos: 3 Ligas de Holanda, 2 Copas de los Países Bajos, 1 Supercopa de los Países Bajos, 1 Copa de la UEFA, 1 Liga de Campeones, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa. Después de todos estos logros, esta maravillosa generación del Ajax se desintegró inexplicablemente y el «Pitbull», tuvo que emigrar a Italia a mediados de 1996. En 1997 el Ac Milán le fichó,pero no llegó a cuajar y fue vendido nuevamente en 1998. En esta ocasión el comprador fue la Juventus de Turin.
En la Vecchia Signora, además de recuperar su mejor nivel, volvió a conseguir el campeonato de Liga. Con la Juventus ganó: 3 Ligas italianas, 2 Supercopas italianas y La Copa de Intertoto. Después de seis temporadas en Turin, fue cedido al FC Barcelona en 2003 donde con su juego, poco vistoso quizás para el espectador pero vital para cualquier equipo, ayudó a sacar adelante a un equipo que atravesaba uno de los momentos más delicados de su historia. Pese a ser un jugador querido y admirado en el Camp Nou decidió volver al final de temporada a la Vecchia Signora. Con su selección en 1998 junto a jugadores como Van Der Sar, Frank de Boer, Ronald De Boer, Clarence Seedorf, entre otros, alcanzó los cuartos de final en el mundial de Francia.
En 2005, en el ocaso ya de su carrera, pasó a las filas del Inter de Milán, donde, afortunadamente, los títulos volvieron, esta vez una Supercopa Italiana, una Liga y una Copa de Italia. Finalmente, en 2007 Edgar regresó al club de sus amores, al Ajax para acabar su carrera como jugador aunque le quedaban cosas por decir. Pasó también por el Tottenham con más pena que gloria. Después de esto, Edgar Davids se retiró, aunque volvió a los terrenos de juego en 2010 con el Crystal Palace. Su retirada definitiva como jugador fue en el 2013 en el Barnet FC, ya cuarentón, donde estaba jugando como entrenador-jugador. Finalmente, cogió las riendas del club inglés como entrenador a principios de la temporada 2013/14.
Davids pasó también a la historia por sus características gafas. Sufrió un desprendimiento de retina que dio lugar a un glaucoma. Por esta razón le prescribieron llevar gafas. Dichas gafas las hizo la firma deportiva Nike especialmente para él y se convirtieron en su seña de identidad. Raro era ver al holandés sin ellas.
Sea como sea, Edgar Davids ha sido y será una de las leyendas vivas del fútbol. El Pitbull, es uno de los mejores centrocampistas defensivos de la historia sin reconocimiento a nivel mundial y esto es intolerable, ya que estamos hablando de un grande del fútbol. Veremos a ver cómo le va la vida como entrenador. Si aporta un poco de lo que hizo sobre el césped, el éxito está garantizado.