Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
¿Quién no se ha preguntado alguna vez qué hay que hacer para ser árbitro de un Mundial de fútbol? ¿Cuánto cobran y que pruebas físicas hay que pasar? En Colgados por el Fútbol, descubrimos los secretos de los colegiados mundialistas y encontramos algunas cosas muy interesantes.
Para empezar, hay que señalar que para ser uno de los trencillas del Mundial hay que tener más de 25 años y menos de 45 y pertenecer al grado dentro del arbitraje internacional. El más alto, evidentemente. Ello equivale a pasar el correspondiente examen escrito de conocimientos técnicos, a superar las pruebas piscológicas y por supuesto, las físicas, quizás, las más exigentes.
Porque a un árbitro se le exige 40 metros en 6,2 segundos seis veces con minuto y medio de recuperación. Se le pide también 150 metros en 30 segundos durante 20 series. Velocidad y resistencia para los colegiados que ven además sumar 50.000 dólares en sus bolsillos en caso de lograr el ansiado objetivo de estar en una fase final de Copa del Mundo.
En muchos casos no son profesionales, batalla contra la cual está luchando la FIFA que quiere profesionalizar el gremio, si bien no parece esta fórmula la forma de combatir el error humano, si tenemos en cuenta que uno de los pioneros del arbitraje profesional mundialista (el japonés Nishimura) tuvo un aciago comienzo en Brasil 2014.
Los árbitros d la Copa del Mundo son seleccionados por el jefe de arbitraje de la FIFA, el italiano Massimo Busacca, junto a un comité que cuenta con 16 miembros más un representante médico. Se basan en el talento, pero también en la distribución geográfica, de tal manera que Europa es el continente que más trencillas tiene pero ni siquiera llega al 50% del total.