Última actualización 19 octubre, 2023 por Alberto Llopis
El agente Spasic. Así de esta guisa denominaban los diarios de la época al fichaje de Ramón Mendoza en 1990. Un central de 190 cm, una incipiente calvicie y pinta de agente del KGB en plena ‘Guerra Fría‘. Un jugador, que venía de jugar en el Mundial de Italia 90 con Yugoslavia, el último como país de los balcánicos antes de que la Guerra de los Balcanes lo dividiera en varios territorios.
La jugada que marcó la carrera del agente Spasic como madridista
Nacido en 1965, Pedrag ‘el agente ‘Spasic fue firmado en un arranque de esos que tenía Ramón Mendoza por 200 millones de las viejas pesetas, un pastizal de la época. A todo esto, el por aquel entonces yugoslavo, no era ni la primera opción del club blanco que acabó apostando por él tras negociaciones fallidas. El tiempo acabó demostrando que un equipo como el Real Madrid se le quedaba algo grande. No en vano es uno de los peores fichajes de la historia del Real Madrid.
Empezó de titular pero poco a poco fue perdiendo la titularidad e incluso llegó a perder su sitio como jugador del Real Madrid sobre todo, tras marcar un gol de cabeza en el Camp Nou pero en su propia portería en una acción, que ya nunca iba a abandonar al agente Spasic que quedó para siempre marcado por esta jugada desafortunada.
Pese a firmar por cuatro años, Spasic duró como jugador del Real Madrid lo que duró la temporada 1990/91. Ese mismo verano salió en dirección al Osasuna donde estuvo tres años desde el 91 al 94 donde metió tres goles pero eso si, en la portería rival. Acabó su estancia en España jugando en las filas del Marbella de la época, que militaba en Segunda División y volvió a acabar su carrera a su país. Pero a Spasic, siempre se le recordará como el jugador que se metió un gol en propia puerta contra el eterno rival.