Última actualización 25 octubre, 2021 por Alberto Llopis
Imaginen: tienes 20 años y acabas de ser despedido de la obra donde trabajas como operario de una línea de montaje, juegas en la séptima división del fútbol inglés y de la noche a la mañana, acabas posando con Arsene Wenger en tu presentación como jugador del Arsenal. La historia dicha así, parece de película sin embargo es real. Que se lo digan a Cohem Bramall que hasta el 20 de diciembre de 2016, era uno de tantos trabajadores ingleses y que recibía la mala noticia de ser despedido.
Nunca una carta de despido fue tan dulce y apenas 3 semanas después, el chaval iba a cumplir el sueño de mucha gente, llegar a ser profesional y en un equipo como el Arsenal. Casualidades de la vida, uno de los ojeadores del Arsenal le vio jugar en un partido de Sub-23 donde estaba a prueba. Este giro del destino, le llevó a la gloria. Mayor fue cuando en su primer entrenamiento, Bramall se dirigía a trabajar con los jugadores del segundo equipo del Arsenal y se encontró que con quien iba a entrenar era con los mayores.
«Yo trabajaba en Crewe para Bentley Motors. Lo hacía en la línea de producción, cargando a los coches con gases, líquido de frenos, limpiaparabrisas y esas cosas. Todos los días, de lunes a viernes, de las 6:30 de la mañana a las 5:15 de la tarde. Lo disfrutaba, pero cuando haces esa jornada de trabajo y luego entrenas los martes y los jueves, vas de Crewe a Brimingham, y juegas los sábados, es agotador. Me despidieron antes de Navidad. Necesitaba un salario completo, no la mitad que me pagaba el Hednesford, por lo que comencé a pensar en buscar un nuevo trabajo», contaba el jugador en una entrevista a la BBC. El Arsenal se hizo con el jugador por 50.000 libras en una bonita historia de fútbol.