Última actualización 19 agosto, 2017 por Alberto Llopis
A lo largo de los años hemos visto algunos casos de futbolistas profesionales que al dejar su actividad no han acabado ni como entrenadores, ni como comentaristas, ni en nada relacionado con el fútbol, más bien en actividades algo distintas como cantante, trabajador portuario y un largo etcetera. Es el caso del protagonista de este artículo que cambió los terrenos de juego por el traje ignífugo y la manguera. De futbolista profesional a bombero.
Israel González, no tuvo una carrera bestial pero si pasó por algunos equipos que hoy en día están en la élite. Nacido en 1972 en Barcelona, forjó su carrera lejos de su ciudad natal. Se formó en la cantera del Atlético de Madrid, pasó por el Ourense donde debutó en la 94/95 en Segunda División y en Segunda B por el Pontevedra, Burgos y Jerez de los Caballeros donde marcó 15 goles. El Levante que por aquel entonces tenía un convenio con el Jerez de los Caballeros, del cual ya había fichado varios jugadores, lo firmó para jugar en Segunda en la temporada 1999-2000.
En el cuadro granota estuvo a la sombra de Paco Salillas que ese año fue el Pichichi de Segunda y se convirtió en el recambio del mítico delantero aragonés. Tras sólo un año como granota, se marchó al Toledo y luego al Cádiz donde se iba a convertir en un jugador histórico. Israel, marcó el gol que llevaba al Cádiz a Segunda tras 9 años en el desierto de Segunda B. Palamós, Zamora y Guijuelo completaron un historial repartido entre Segunda y Segunda B.
Vueltas que da la vida y como según cuenta en una entrevista al medio gaditano, Cádiz Directo, un golpe de destino lo llevó a presentarse a las pruebas de bombero en Bejar a 74 km de Salamanca, todo un trotamundos del fútbol también para acabar en su destino como integrante del cuerpo de bomberos de la zona. Un caso sin duda peculiar, pero no el único en el mundo del fútbol.