Última actualización 23 noviembre, 2017 por Alberto Llopis
Cuando hay perdidas humanas en juego y máxime si son de personas cercanas, todo lo demás ha de pasar a un segundo plano. Algo que quizás no entendieron los directivos del Lille de la Ligue 1 francesa con su entrenador el controvertido Marcelo «El Loco» Bielsa quien viendo que a su antiguo compañero de cuerpo técnico y amigo Luis María Bonini le quedaban pocas horas de vida, decidió viajar a Santiago de Chile para despedirse de su amigo y pasar los últimos momentos de su vida con él. Algo en lo que el Lille no ha mostrado demasiado tacto.
El club francés decidió suspender al entrenador argentino de sus funciones, algo que pese a los malos resultados y clasificación del club, no ha sentado nada bien al mundo del fútbol. Marcelo Bielsa pidió permiso en Lille para viajar a Chile a ver a Bonini que ya estaba muy grave. Cuando le dijeron que no, el Loco contestó: «Me voy a ver a mi amigo. Hagan lo que tengan que hacer». Los franceses con un comunicado oficial suspendían de su cargo al Loco.
Bonini murió pocas horas después debido a un maldito cáncer de estomago y lo más seguro es que Bielsa sea cesado del Lille y posiblemente pierda una suculenta cantidad de dinero por ello. Pero Bielsa es un tipo de otra pasta, un hombre peculiar pero muy fiel a sus ideas y sus principios le cueste a quien le cueste y caiga quien caiga. Podrá gustar más o menos su discursos futbolístico o su forma de ser pero lo que no se puede negar es que es un tipo integro y fiel consigo mismo. Y eso si que es difícil de encontrar en este planeta.