Última actualización 17 septiembre, 2018 por Alberto Llopis
N’Golo Kanté es un tipo diferente, muy alejado del estereotipo del futbolista medio. Un chico criado de manera muy humilde y que jamás ha olvidado sus orígenes recogiendo chatarra por los suburbios de París cuando era sólo un niño, ni se ha venido arriba por ser uno de los mejores del planeta y campeón del mundo.
Un chico tan tímido que sólo pudo hacerse la foto con la Copa del Mundo porque su compañero N`Zonzi la pidió por él y se la dio ya que al bueno de Kanté le daba vergüenza pedirla para inmortalizarse con ella. Ahora su última acción tampoco ha pasado desapercibida. Y es que tras jugar los 90 minutos en la victoria del Chelsea por 4-1 ante el Cardiff City, tenía planeado coger el tren Eurostar hacia París, pero lo perdió.
Un grupo de chicos se le acercó para pedirle hacerse unas fotos y charlar con él. Pero lo mejor fue cuando uno de ellos le propuso ir a cenar a su casa. Y Kanté aceptó. Con sus nuevos amigos, el francés también se echó unas partidas al FIFA tras cenar y ver el resumen del partido que había jugado hacía unas horas. Un momento que por supuesto fue subido a las redes sociales por uno de estos chavales.