Última actualización 21 mayo, 2015 por Alberto Llopis
La etapa de Xavi Hernández en el Barcelona llega a su fin. El principal referente del tiki-taka dará un paso a un lado, dejará el fútbol de élite y montará su nuevo campamento base en Catar, donde tiene previsto retirarse en el Al-Sadd y a su vez iniciarse como entrenador y director deportivo.
La marcha de Xavi no coge por sorpresa a nadie. Ya estuvo a punto de emprender este camino el pasado verano, tras no alcanzar los objetivos marcados ni con el Barça ni con la Selección. Decidió finalizar su trayectoria internacional por el fracaso en el Mundial de Brasil, entre otras razones, pero Luis Enrique le animó a que siguiera un año más en ‘Can Barça’ para que una sensación agridulce no le invadiera antes de irse por no levantar ningún título en 2014. La situación ha cambio para bien. Se podría incluso despedir con un triplete bajo el brazo. En su poder ya tiene la Liga. Dos finales, una de Copa y otra de Champions, definirán un año que puede pasar de positivo a histórico, como lo fue el 2009 con Pep Guardiola. El Barcelona es el claro favorito para betfair tanto en las apuestas en la Copa del Rey como en la Champions, aunque deberán demostrarlo sobre el terreno de juego.
Xavi asumió al quedarse que tendría un papel menos preponderante. La llegada de Rakitic y la edad, va camino de los 36, le han convertido en una pieza útil de banquillo, dejando atrás años de una titularidad indiscutible tanto en el Barça como en la Selección. Los primeros síntomas de una pérdida de galones se vislumbraron en Brasil. España se jugó sus opciones de pasar a octavos frente a Chile sin Xavi, tras la debacle en la jornada inicial contra Holanda. Aquel episodio enfrió una relación idílica con Del Bosque. No entendió como no le informó de antemano de su suplencia en el día señalado, en el partido más importante. Sintió como si de buenas a primeras se cuestionará un estilo, una manera de jugar que ideó junto a Luis Aragonés y que perfeccionó con Guardiola y el propio Del Bosque.
Se trata del tiki taka. Una misma seña de identidad para un país y un equipo que tantas alegrías ha dado y que parece haber evolucionado con Lucho, pues el contragolpe también entra ahora dentro del catálogo de variantes de esta creencia futbolística. El adiós que se le brindó a Xavi de la Selección no fue el que merecería alguien de su importancia y no debería repetirse la historia en su otra casa. Ha marcado un antes y después en el fútbol porque cuando el deporte rey pensaba que en la modernidad ya sólo se podía triunfar siendo una mezcla de atleta y culturista, demostró que el fútbol se juega con el pie y que los que tienen menor tallaje le imprimen una sinfonía especial a la pelota. Ni mejor ni peor, para gustos los colores. Simplemente distinta y que ha enamorado a muchos.
Xavi irá paulatinamente cerrando su etapa como futbolista en el Al-Sadd, ex equipo de Raúl, para ir abriéndose paso en los despachos y en los banquillos, aunque, como a Zidane, nunca le hará falta un título para ejercer de entrenador. Siempre fue un director de orquesta