Adolfo el «tren» Valencia, fue un delantero internacional de cierto prestigio, sobretodo en su país, y uno de los peores fichajes de la historia del Atlético de Madrid. En 1994, tras el Mundial de USA, aterrizaba este fornido delantero que llegaba procedente del Bayern de Munich. A su llegada al Atlético, estaba considerado como uno de los mejores delanteros de su continente.

Apodado el tren por su potencia física y su velocidad, Adolfo Valencia llegaba a la Liga española para ser uno de sus goleadores y la máxima referencia atlética. Lo cierto es que quedó bien lejos de ello. Su etapa en el Atlético de Madrid del siempre peculiar y polémico Jesús Gil, estuvo lejos de ser buena.

El tren descarriló, arrojando la pobre cifra de seis goles en la Liga y dos en copa, datos sin duda muy pobres para el prestigio y el talento que se le presuponía. Casi se le recuerda más por su desafortunado incidente con el malogrado Jesús Gil, cuando este dijo de él que : «Al negro le corto el cuello, me cago en la puta madre que parió al negro, estoy harto de aguantar, cuando no veo actitud me cargo a mi padre”.Este hecho le costó provocó más de una polémica al siempre controvertido ex presidente atlético.

Fuera de la Liga parece ser que le fue mejor y en su selección también, pero en España, pasó a la historia como uno de los grandes fiascos de la competición. Después, acabó haciendo un anuncio para Renault como otros dos catacracks como fueron Amunike y Prosinecki, eso si con unos cuantos kilos de más y ya lejos de los tiempos en los que el tren, arrollaba a sus contrarios, aunque en Madrid el arrollado fuera él.