Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
Es el hombre de moda. Bajo su batuta, el AS Roma ha llegado al liderato de la Serie A arrasando. Nueve partidos, nueve victorias, 23 goles a favor y tan sólo uno en contra como bien apunta Alberto Marrodán en referencia al espectacular comienzo liguero del equipo romano. Los mejores registros de siempre. Igualando a la Juventus de Capello, mejorando a aquel célebre AC Milan de Sacchi y a tan sólo un partido (contra el Chievo) de pasar a la historia del Calcio. Se trata de Rudi García, 49 años, un hombre procedente de Francia, pero que ha llegado a Italia para dar que hablar y mucho.
Nacido en Nemours, Seine-et-Marne, este francés de abuelos almerienses (de ahí su apellido) está resultando ser una grata sorpresa. Porque además de ganar, divierte. Fiel a su filosofía 4–3-3 su equipo presiona arriba, y trata de jugar al fútbol. Como el Barcelona de Pep Guardiola y Frank Rijkaard, su espejo donde mirarse cada día. De hecho, su sistema se inspira en el del club catalán y su gusto por el juego ofensivo y por la forma de presionar también.
Alumno en su día de Rafa Benítez (al que fue a visitar a Valencia y curiosamente su gran rival hoy), admira la proposición del fútbol español por el juego alegre y la transmite a sus jugadores. Se acabó el fútbol de especulación. No rehuye jugar a la contra, ni el estilo directo (tan necesario a veces en un fútbol como el italiano) pero a nadie le amarga un dulce, y Rudi, siente devoción por el ataque.
Ha recuperado al mejor Totti (que ya insinúa querer a la selección) y al mejor Gervinho y empieza a ser pieza clave en la comunión entre aficionados y plantilla. Aficionados que desean volver a ganar un Scudetto después de tanto tiempo y sufrimiento. No tienen el equipo de la Juve, ni del Nápoles ni posiblemente ganen la Serie A, pero el aviso está dado.
Son firmes fuera y brillantes en casa y ese poderío se puede transmitir en exhibiciones como de la de San Siro. No es la primera vez que Rudi se encuentra en esta tesitura. Ya en el modesto Lille, el «Sargento» (como así le apodan por su firme carácter) fue capaz de conquistar el doblete Ligue 1-Copa en el pasado 2011, estando todavía bajo sus órdenes el genial Hazard. Ahí se consagró un técnico que empezó en el histórico Saint-Étienne de asistente y pasó por el Dijon o el Le Mans antes de dar el salto al Lille.
Fue jugador, modesto de los que no llamaba la atención. Lille (seis temporadas), Caen (tres) le vieron marcar cinco goles en 134 partidos. Era medio ofensivo, de los que prefería pasar a tirar, crear a marcar. Un fino estilista (quizás herencia de su padre José quien jugó también en el Sedan) que lleva su idea de juego a una Roma que suspira por elevarle a los altares. Lo hará si consigue ganar el Scudetto, el cuarto que sería de la historia del club romano, y el primero desde el 2001. Difícil tarea, quizás para hombres elegidos como Rudi, Rudi García. No se olviden de él. Seguro que un día lo vemos en la liga española.