Última actualización 12 julio, 2016 por Alberto Llopis
Daesh, ISIS, EI…da igual como les llamen, la barbarie terrorista de esta gente parece no tener fin y por desgracia, acciones como ésta que les contamos son demasiado habituales en sitios como Raqqa, Siria, territorio dominado por este auto denominado estado que parece empeñado en sembrar el terror allá por donde pasa. En este caso le ha tocado el turno a cuatro jugadores y el entrenador del club Al-Sahbab.
Osama Abu Kuwait, Ihsan Al Shuwaikh, Nehad Al Hussen y Ahmed Ahawakh fueron los futbolistas decapitados a plena luz del día, como si fuera una cosa de los más natural, acusados de traicionar al Daesh y de ser espías kurdos. La ejecución, como si de la edad media se tratara, se produjo con total impunidad en una plaza de la ciudad de Raqqa y a vista de cientos de personas, inclusive niño pequeños. Las imágenes de esta barbarie sin sentido fue grabada por los asistentes y rodó por las redes sociales como si una foto en la playa típica de estas fechas fuera.
Esta locura parece no acabar y no es la primera vez que el Daesh comete un acto de estos relacionado con el fútbol. En 2015, sentenció a muerte y masacró a 13 adolescentes también a la luz pública en Mosul, Irak, territorio dominado por esta organización. Su delito fue ser sorprendidos viendo un partido de Irak en la Copa Asia, algo prohibido y condenado a muerte por una gente que podría recibir cualquier calificativo menos el de persona. Parece mentira que estemos en el siglo XXI.