Última actualización 7 agosto, 2013 por Julio Muñoz
Se va. El símbolo, el icono, el hombre que sustituyó a Mendieta con el 6 a la espalda. El invisible, el jugador que llegó a ser imprescindible en la selección y por supuesto en el club de sus amores y de su vida se va. David Albelda deja el fútbol y lo deja después de 15 intensos años. Lo hace consciente de que con él, el equipo vivió sus momentos de gloria. Las dos ligas, la UEFA, la Supercopa de Europa y sobre todo las dos finales de Champions.
Los mejores momentos formando una gran dupla con Rubén Baraja, su complemento perfecto en el medio campo. No fue un futbolista de toque ni de cambios de orientaciones espectaculares, ni mucho menos de goles, 11 en 552 encuentros, pero su huella permanecerá siempre en el club como ya lo hizo Puchades, como ya lo hiciera Mendieta, como ya lo hicieran otros tantos.
No seguirá jugando, pero lo que está claro es que el de la Pobla Llarga ha marcado un antes y un después. Querido por la afición, supo también afrontar malos días, como aquellos en los que tuvo que denunciar al club y verse en los tribunales por considerar que su apartamiento de las convocatorias era un acto de dudosa legalidad. Perdió, como también la capitanía en unos meses delicados donde Koeman, Soler y una inestabilidad social y deportiva ponían en jaque al Valencia.
Pero igual que perdió, supo volver a ganar. Lo hizo a través del esfuerzo, la lucha y la entrega, la que siempre le acompañó en el terreno de juego. Mediante tantos atributos, el que fuera medalla de plata olímpica en Sidney 2000 siguió luchando hasta por su equipo hasta la última jornada de esta pasada Liga. No consiguió la Champions, pero no por ello, su etapa en el Valencia fue menos brillante.