«Dios» Armando Maradona, el mejor jugador de la historia

«Dios» Armando Maradona, el mejor jugador de la historia
Dios Armando Maradona, el pibe inmortal. FOTO: TVmax

«Dios» Armando Maradona es leyenda. Con su fallecimiento el 25 de noviembre de 2020, el Pelusa entró en el Olimpo del fútbol. Nacido en 1960, el eterno ’10’ de Argentina fallecido a los 60 años, fue y es para muchos, el mejor jugador de fútbol de la historia. Por encima de cualquiera.

Maradona, el pibe inmortal

«Mi historia con la pelota empezó bien pronto. Yo nací un 30 de octubre de 1960, pero con apenas 6 o 7 años ya jugaba con un equipo de mi barrio de Villa Fiorito llamado las «siete Canchitas», en el gran Buenos Aires. La gente me decía que ya era bueno por entonces. Y ciertamente no se me daba mal. Me tiraba todo el día jugando con la dichosa pelotita y llegaba incluso a casa subiendo las escaleras al mismo tiempo que me hacía toques con el balón.

Ante la insistencia de la gente, con 9 años me apunté a una prueba con Argentino Juniors. Era muy joven, ¡qué carajo! pero me gustaba el fútbol, mucho, mucho. Me cogieron y jugué allí unos torneos con el Cebollitas, que era como llamaban a los nacidos en el año 60 de ese equipo. El entrenador, Fernando Cornejo me enseñó bastante. Aquello fue una locura. Estuvimos cerca de 136 partidos invictos e incluso, salí en el Clarín con apenas 11 años. ¡Qué bueno fue aquello! Tan bien lo hice, que a veces me llamaban para ayudar a los juveniles del equipo. Tenía que mentir sobre mi edad para poder jugar. ¡Qué grande era.!

Poco a poco, la verdad es que aquello me fue gustando ya que cada vez más tenía más progresión. Tanta, que fijate lo que son las cosas, no había cumplido los 16, cuando tuvé la fortuna de debutar en Primera. Fue contra Talleres, no lo olvidaré nunca. Perdimos 1-0, entre en la segunda mitad con el número 16 sustituyendo a Giacobetti. Estaba muy nervioso, tanto que en mi primera jugada le hice un caño a un rival. No era mi intención, pero cuando me ponía nervioso, hacía cosas únicas. Cuando volví a casa y lo ví, pense que estaba soñando.

Un mes me llevó marcar el primer gol en la Primera, fue a San Lorenzo de Mar de Plata. Las cosas iban bien, hasta tuve la suerte de debutar, allá por 1977, con la «albiceleste» en un amistoso con Hungría en la Bombonera. Fue importante, porque faltaba un año para celebrarse el Mundial y me hacía ilusión debutar en una copa del mundo, y más en tu país. Finalmente, Cesar Luis Menotti, no me llevó al Mundial. Decía que era muy joven. La verdad, nunca se lo perdonaré. ¡Que pena no levantar la Copa con tu país!

De todas formas, no me puedo quejar de esos años. En el 79, gano el Mundial juvenil con la selección y además, me nombraron mejor jugador del campeonato. Y con Argentino Juniors, metía goles por todos los lados. Me acuerdo de lo que me gustaba tirar faltas, gambetear, hasta intenté marcar un gol de medio campo en Misiones y me salió. Tremendo. Además, en el equipo tenía ciertos privilegios a la hora de entrenar y concentrarme. No me gustaba mucho esas historias.

En el 81 fiché por Boca Juniors. Me querían muchos equipos, entre ellos River, pero tenía claro que a los «millonarios» no iba ni borracho. Con los «xeneizes» la cosa fue positiva. Debuté otra vez contra Talleres; esta vez ganamos 4-1 con dos goles mios. El primer clásico contra River, fue la leche. Ganamos 3-0, y metí un golazo increible. Hice un buen papel con Boca, lastima que solo ganamos un título.

En el 82, tocaba mundial y esta vez, no iba a faltar. Faltaría más. Me iba al Barça después de la copa del mundo y quería hacerlo bien allí. No brillé mucho la verdad. Pasamos a la segunda fase, pero perdimos en la segunda contra Italia y Brasil, partido éste último en el que acabe expulsado. La verdad, es que no lo hice muy bien, pero es que me dieron patadas por todos lo lados.

Con el Barcelona empecé mal por culpa de una hepatitis. Menos mal, que al menos en la primera temporada ganamos dos títulos: la Copa del Rey y la Copa de la Liga. De esta última competición recuerdo el gol del Bernabéu. Fue tan bueno, que hasta el público me aplaudió. Me gustaba entrar con la pelota en la portería.

Mi segunda y última campaña en el Barça fue peor. Empecé a salir más de fiesta, a tomar cosas que no debía. Además, recuerdo una terrible entrada de Goikoetxea que me lesionó el tobillo izquierdo varios meses. Por si fuera poco, tuvimos una tangana con el Athletic en la final de Copa en el Bernabeu por la que me sancionaron varios meses. Fue terrible ese año.

Así que decidí irme al Nápoles italiano. De allí, recuerdo San Paolo lleno el día de mi presentación. Los dos primeros años fueron de toma de contacto. El Calcio es muy físico, así que debia aprender a sortear las defensas italianas. Lo mejor de mi segundo año, fue el final: el mundial de México 86. Había estado tres años fuera de la selección y tenía ganas de volver. Además, Bilardo me había hecho capitán.

Empezamos cumpliendo hasta que llegaron los cuartos. Allí, nos tocaba Inglaterra; que ganas les tenía después de lo de las Malvinas. Y vaya que sí que me vengué. Les ganamos 2-1 y les metí los dos goles. Con el primero les timé, remate con la mano. ¡Pero no fuí yo, fue dios, les dije a los ingleses.!. Del segundo no me acuerdo muy bien. Creo que me regateé a todo el equipo, pero no recuerdo muy bien cómo. Me dijeron que había marcado el gol del siglo, pero habrá que verlo de nuevo, porque no creo que sea para tanto.

Bélgica y después Alemania me llevaron a levantar la copa de campeón del mundo. Aquello sí que fue bueno. Se burlaban de mi diciéndome que había ganado yo solo el mundial, pero no era así. Estaba Valdano, Burruchaga…

El famoso gol de dios ante los ingleses.
El famoso gol de dios ante los ingleses.Foto: Marca

Después del Mundial, otra vez Nápoles. Ahora sí que lo conseguimos. Entre Careca, Giordano y yo ganamos dos Scudettos y una UEFA. Nos llamaban el trio » Magica». Además, enfrente teniamos un equipo temible: el AC Milan, esos pibes si que eran buenos. Por si fuera poco, quedamos subcampeones en el Mundial del 90. De este, recuerdo, la cantada de Pumpido en el partido inaugural contra Camerún, la victoria a Brasil en octavos, o mi lanzamiento fallado contra Yugoslavia en la tanda de penaltis.

Menos mal, que teníamos a Goico, un parapenaltis que se meaba en cada tanda como ritual, que nos salvó ante Italia en semis en otra tanda. Lastima que los alemanes se vengaran de nosotros en la final.

Dios Armando Maradona es uno de los más grandes de la historia.
Maradona es uno de los más grandes de la historia. FOTO: As

En 1991 se complicaron las cosas. Di positivo por cocaína y me sancionaron por 15 meses, con lo que decidí volver a Argentina a descansar. Cuando cumplí la sanción marché para Sevilla, que allí tenía a Bilardo. No hice gran cosa, pero recuerdo unos toques con una pelota de papel de plata que al menos entretuvo al Sánchez Pizjuán.

En el 93 echaba de menos a mi casa, así que retorné a Argentina para jugar en Newell´s Old Boys. La gente venía a verme, pero tenía problemas con el entrenador y los periodistas, que me exigían mucho. De hecho, llegué a amenzar a unos reporteros con un rifle de aire comprimido que casi me cuesta ir a prisión.

No obstante, conseguí ir al Mundial de USA 94. Allí la cagué. Ganamos a Grecia 4-0 en el primer partido, donde además conseguí anotar un tanto, pero contra Nigeria dí positivo de nuevo. La verdad es que cortaron las piernas porque solo tomé algo para una gripe morrocotuda que tenía. En fin… a partir de aquí ya deambulé hasta que me retire con mi Boca en un clásico contra River el 30 de octubre de 1997, justo el día de mi cumpleaños.

En cualquier caso, la verdad es que me divertí jugando al fútbol, más que después de entrenador, donde llegué a ser seleccionador de la albiceleste entrenando a un buen pibe llamado Messi. En relación a si fui el mejor, les diré una cosa: no lo sé…nunca me gustaron eso de las votaciones».

Maradona fue el entrenador de Messi en el Mundial 2010 de Sudáfrica.
Maradona fue el entrenador de Messi en el Mundial 2010 de Sudáfrica. FOTO: Marca

PD: creo se me olvidó decirles mi nombre: Diego Maradona, el Diego. Para siempre inmortal

Julio Muñoz

Periodista, especialista en fútbol internacional y retro. Escribo en Colgadosporelfutbol.com y me puedes seguir en @juliomv1982

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