Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
El fútbol griego sigue en clara decadencia. La liga del país heleno, ha sido suspendida en sus principales categorías este fin de semana debido a la agresión de un árbitro la semana pasada. La Federación de Fútbol de Grecia, decidió tomar esta medida tan contundente al no encontrar medidas suficientes para garantizar la seguridad de sus colegiados. Sin embargo, el asunto lejos de acabar ahí, ha ido a más. Los presidentes de los clubes han comenzado a cruzarse acusaciones de amaños.
El incendio ha alcanzado a los dirigentes de la Superliga griega que ha acabado con la dimisión del presidente y del vicepresidente. Todo comenzó con la agresión de Jristóforos Zografos, ex- árbitro y ahora miembro de la comisión de árbitros de fútbol profesional griego que fue asaltado por dos desconocidos en la noche del 14 de noviembre y continuó con la llegada de una comisión de la FIFA y una investigación de la Interpol a relación de cuatro partidos disputados en la primera división griega.
Hace no mucho, el AEK de Atenas, uno de los grandes y de los más laureados del país heleno, fue descendido hasta la tercera categoría del fútbol griego tras una serie de actos violentos de su hinchada y por no poder hacer frente a una deuda de 170 millones de euros demostrando que el fútbol griego vive en una crisis paralela a la del país. Una situación, muy similar a la de España y a la del fútbol español con una diferencia, que aquí en el fútbol como en la sociedad, los más ricos siempre ganan y pagan los que menos pueden.