Última actualización 13 febrero, 2014 por Julio Muñoz
La Copa del Rey vive un constante menosprecio por todos los actores del mundo del fútbol. Federación y Liga de Fútbol Profesional, además de televisiones especialmente. Llama la atención el papel y el mimo que la Federación da a su competición predilecta. Además, de probar con ella constantemente formatos, fechas y demás, este año parece ir incluso más lejos y la degradación ya afecta hasta a la final.
¿El motivo? La elección del día. Está previsto que la gran fiesta del fútbol español se dispute un sábado 19 de abril. Que ni más ni menos es el sábado de Gloria o Santo, como ustedes quieran llamarle. Un día que además coincide con jornada de Liga y que constituye todo un caos para ese fin de semana generando no pocas controversias.
Para empezar que la final se celebre en plenas fiestas resulta sangrante. En una semana donde millones de personas están de viaje y muchas de ellas en el extranjero, poner un partido en tal fecha es un llamamiento a no verlo y a desperdiciar una audiencia millonaria. Se supone que si el fútbol es para todos, se ha pensar en el aficionado. No piensa lo mismo la Federación.
No contento con disputarse en plenas fiestas santas hay más. Se celebra en colisión con la jornada 34 de Liga, que deberá retrasar y adelantar sus partidos para dejar libre el día 19. Con lo cual, hay lío a la vista. Madrid y Barcelona deberán modificar sus calendarios y a pocos encuentros de la finalización del campeonato liguero hay posibilidad de que se distorsione la Liga pues sus rivales ( Valladolid y Athletic) se estará jugando presumiblemente mucho, tanto como el descenso y la posibilidad de entrar en Champions. Y gracias a que ambos no juegan en Europa, pues sino la ubicación de esos partidos pendientes sería una misión casi imposible.
En todo este galimatías nadie parece alzar la voz. Todos conformes. Así nos va.