Última actualización 9 mayo, 2013 por Julio Muñoz
El Real Madrid retrasó el alirón del Barcelona al golear al Málaga por 6-2 en partido adelantado a la 36ª jornada de Liga en un encuentro marcado por la expulsión de Sergio Sánchez en la primera mitad y en el hostil recibimiento que sufrió Jose Mourinho en su vuelta al Santiago Bernabéu.
Los últimos partidos de la temporada han empezado antes del pitido inicial del colegiado. La afición es un termómetro que mide el enfado con José Mourinho. Su final ruidoso en salas de prensa atacando a emblemas del club ha provocado que los seguidores, que hace poco le idolatraban, no se lo perdonen. Le dedicaron la pitada más sonora en sus tres años como entrenador.
Cuando comienza el fútbol, Mourinho pasa a un segundo plano. Tanto que por segundo partido consecutivo ni asomó por la zona técnica. Nunca salió del banquillo para dar una orden a sus jugadores. Ante el Málaga tampoco hicieron falta. El partido se le puso de cara desde el inicio, cuando Raúl Albiol cabeceó un saque de esquina a la escuadra a los tres minutos.
El buen gusto del Málaga no le haría bajar los brazos hasta que no hubo una causa mayor, una expulsión que condicionó el partido. Antes Baptista dejó una «delicatessen» con doble tacón dentro del área rival e Isco quiso sentirse importante en un estadio perfecto para brillar. A los diez minutos comenzó a mostrar su clase. Un bello control. Pases al espacio. Líder de su equipo puso el córner que peinó Lugano para que Santa Cruz empatase en el segundo palo.
Comenzó algo ansioso Cristiano, siempre con ganas de demostrar, eligiendo un mal final a un contragolpe con un disparo lejano o definiendo de una forma extraña en él una clara ocasión ante Caballero. Lo compensó con creces de forma rápida. A los 21 minutos fue agarrado dentro del área cuando se plantaba ante el portero rival. Expulsión de Sergio Sánchez.
No había fallado un penalti en toda la temporada Cristiano. Chutó con potencia centrado y Caballero sacó un pie salvador, pero le costó cara la parada. Se torció el tobillo y quedó lesionado. A la siguiente jugada, con el meta argentino tendido en el césped, Benzema no lanzó el balón fuera y cuando buscaba el gol Lugano se cruzó en su camino. El árbitro interpretó cesión y propició el segundo tanto madridista. Cristiano no perdonó la falta indirecta esquinada.
Ya había nacido un nuevo partido en el que el Málaga pasaría a sufrir y se le harían eternos los minutos restantes. En una de esas contras de manual del Real Madrid llegó el tercero. Özil hizo magia sobre el césped al culminar la jugada con un recorte de tacón a Antunes y definiendo con calidad con su pierna derecha.
El lateral portugués del Málaga se desquitó con un golazo. Se ha convertido en especialista. Dejó uno en Vallecas y repitió en el Bernabéu. Derechazo a la escuadra de Diego López que últimamente acaba enfadado los partidos y sin opción de dejar su puerta a cero.
No había opciones para un Málaga en inferioridad. Cristiano sacó su cara generosa para la sentencia al borde del final del primer acto. En una jugada protestada por su posición, decidió regalar el gol a Benzema pese a que estaba solo ante Kameni.
No había historia en la reanudación. Sin Pepe, castigado por Mourinho, y con bajas importantes en defensa -Sergio Ramos, Álvaro Arbeloa y Marcelo- un chaval se reivindicó. Nacho Fernández se ha ganado la confianza de Mourinho y cumple siempre. Defendió bien y hasta se incorporó en ataque para poner buenos centros.
Amplió la goleada Luka Modric que ha ido de menos a más en la temporada. Acaba muy bien. Participativo, con voluntad siempre para pedir la pelota y robando muchos balones al rival. Sus estadísticas sorprenderían a los que defienden la figura de Khedira. El croata aporta más llegada. Hoy de nuevo un gol desde fuera del área. Zurdazo ajustado al poste, que entró a la red tras besar la madera.
Las malas noticias llegaron al final. Higuaín volvió a comprobar que la opinión de sus aficionados ha cambiado tras el partido ante el Borussia Dortmund. De nuevo silbidos. La gente ya no valora su espíritu de lucha y castiga su falta de pegada esta temporada.
La preocupación para el madridismo llega con una desafortunada jugada en la que se lesionó Özil. En una acción con Camacho quedó tendido sobre el césped con gestos de dolor, fue retirado en camilla y dejó al Real Madrid con diez cuando ya se medía a un rival con nueve tras la segunda expulsión, para Demichelis. Fue cuando llegó el broche, con el tanto de Di María con disparo cruzado. Quedan nueve días para la final de Copa del Rey.