Última actualización 3 noviembre, 2022 por Alberto Llopis
Qué se esperaba más del Valencia estaba claro. Que el club valencianista firmara una primera vuelta tan lamentable como la que ha realizado, no se la esperaba ni el peor de sus detractores. El club de Mestalla cerró la primera vuelta con tan sólo 23 puntos y 5 partidos ganados acabando a 16 puntos de su principal objetivo, la Champions League. Competición donde precisamente cayó eliminado en la fase de grupos pese a estar en el grupo más fácil de todo el torneo.
Corrían tiempos de optimismo con la llegada de Peter Lim en 2014 y la clasificación para la Champions 2015/16. Ilusión que se ha ido desventando como la gaseosa tras una horrible planificación deportiva y una temporada para olvidar con cese incluido de Nuno que recuerda a otras vividas antaño. La cosa ya se empezó a torcer en verano con la salida de Rufete, Ayala y Salvo, hombres claves en el nuevo proyecto valencianista para dar más poder a Nuno. Curiosamente ahora ninguno está en el club.
Tras 150 millones gastados en jugadores que ya estaban en el club y que no habían aportado lo esperado la temporada pasada y en refuerzos que no mejoraban lo que había, la salida de Otamendi, fue un golpe muy duro a la estructura de un equipo que no parece funcionar. La llegada de un entrenador de escaso recorrido y bagaje profesional limitado a varios trabajos de ayudante como Gary Neville, no ha ayudado mucho a cambiar la dinámica.
Con unos números que no invitan al optimismo, más propios de un modesto que de un club que aspira a estar entre los 4 primeros y lejos, muy lejos del optimismo, la temporada no parece pintar muy bien para el cuadro valencianista. Quedan muchos partidos y varias competiciones abiertas para el cuadro de Mestalla pero mucho mucho deberán de cambiar las cosas para enderezar una temporada que nunca llegó a empezar con buen pie.