El Wankdorfstadion, el Estadio de Suiza y un canto a la historia del fútbol

El Wankdorfstadion, el Estadio de Suiza y un canto a la historia del fútbol
El Estadio de Suiza sustituyo en 2005 al Wankdorftadion

A muchos jóvenes aficionados al fútbol puede que el estadio Wankdorfstadion no les diga gran cosa. Pero posiblemente a aquellos que tengan más años lo recordarán como uno de los recintos más emblemáticos de la historia futbolística. Ubicado en Berna, en pleno corazón de la capital suiza, el Wankdorfstadion fue construido en el lejano 1925 con el objeto de ser sede de los partidos de la selección helvética.

Con capacidad para 22.000 espectadores en sus inicios, en 1939 el estadio sufriría una de sus tres grandes transformaciones como la creación de

El Wankdorfstadion, el Estadio de Suiza y un canto a la historia del fútbol
El Wankdorfstadion, el Estadio de Suiza y un canto a la historia del fútbol

sus dos torres de ángulo, auténtico buque insignia durante años del recinto, que le permitirían además ampliar su aforo hasta 39.000 gargantas.  Aunque, sin duda, sería 1954, el año que marcaría un antes y un después en uno de los estadios con más solera de todo el mundo del fútbol. El hecho de que finalmente la FIFA le otorgase a Suiza la fase final del Mundial de 1954 provocó una nueva remodelación en él que le llevaría a acoger hasta 64.000 personas.

En este campeonato mundial viviría, sin duda, el Wankdorftadion dos de los partidos más recordados de la historia del fútbol. El apasionante duelo de cuartos de final entre Hungría y Brasil, también llamado la Batalla de Berna, que acabó con victoria de los centroeuropeos después de múltiples expulsiones, entradas duras y hasta lanzamientos de botellas entre jugadores, en lo que según el corresponsal de The Times fue el partido con más golpes crueles jamás visto sobre un terreno de juego, y la archiconocida final entre el combinado húngaro y Alemania que acabó con la sorprendente victoria alemana en lo que se conoce como el «Milagro de Berna» y que supuso el fin de cuatro años de imbatibilidad de los magiares.

No sólo de fútbol de selecciones vivió el Wankdorftadion. El 31 de mayo de 1961, el estadio iba a acoger un partido que iba a cambiar la historia del balompié. La final de la Copa de Europa entre Barcelona y Benfica que acabaría con triunfo luso por 3-2 en un encuentro donde los catalanes estrellarían hasta cuatro balones a los palos y que supondría la eliminación por parte de la FIFA de los postes cuadrados por los redondos, a fin de evitar los rechaces más impredecibles.

Una final con nombres tan importantes en el seno blaugrana como Sándor Kocsis, Luis Suárez, Antoni Ramallets o Ladislao Kubala, pero que fueron incapaces  de superar a un aguerrido conjunto luso encabezado por Mario Coluna o José Águas que sumaría su primera Copa de Europa de la historia. Claro que tendría el Barcelona su venganza en este mismo recinto, cuando en 1989 conquistaría la Recopa de Europa en el primer año de Cruyff ante la Sampdoria italiana gracias a los goles de Julio Salinas y López Rekarte.

Cobigo del Young Boys de la liga suiza, en 1997 un plebiscito en la ciudad de Berna supuso la aprobación de su derrumbe en 2001 y la construcción de un nuevo estadio: el Stade de Suisse, construido en 2005 con el objeto de acoger la Eurocopa de 2008, donde fue sede del partido inaugural.

El Wankdorfstadion, el Estadio de Suiza y un canto a la historia del fútbol
Un monumento recuerda el Milagro de Berna.

El nuevo estadio con capacidad para 32.000 presume de combinar la esencia del antiguo estadio y la novedad de uno de los complejos más modernos de toda Europa . Un reloj en su exterior marca el recuerdo del minuto exacto del encuentro en que conjunto alemán anotó el tercer gol en el ya comentado «Milagro de Berna». Por dentro, los asientos, todos cubiertos, en negro y amarillo, dan un lustre único, que es roto con una butaca roja: aquella creada en homenaje del mítico portero helvético Walter Eich y que tiene el honor de ser cubierta cada encuentro con una personalidad importante.

Son las cosas tan especiales de un estadio que a día de hoy también sirve para celebrar suculentos partidos amistosos, donde las mejores selecciones del mundo se llevan grandes montantes económicos. Al final y al cabo, es Suiza, no lo olvidemos.

El Estadio de Suiza sustituyo en 2005 al Wankdorftadion
El Estadio de Suiza sustituyo en 2005 al Wankdorftadion

Julio Muñoz

Periodista, especialista en fútbol internacional y retro. Escribo en Colgadosporelfutbol.com y me puedes seguir en @juliomv1982
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