Última actualización 19 noviembre, 2013 por Julio Muñoz
Tradicionalmente se ha considerado que jugar la vuelta de una eliminatoria en casa es una ventaja. El hecho de poder decidir una serie ante tu público parece un extra para el equipo que cuenta con tal factor e incluso la UEFA en la Champions League decide premiar a los campeones de grupo en los octavos de final con la vuelta en sus casas. Sin embargo, ¿es tan beneficioso ese factor, da igual, o incluso, es mejor disputar en casa la ida y poder rematar a la contra?
No es fácil tener un criterio objetivo y mucho menos contundente. Lo que sí que está claro es que jugar la vuelta en casa no es tan beneficioso como se puede pensar. Ya lo dijo en su día José Mourinho y probablemente tuviera razón: un 0-0 en casa me vale para ir a cualquier campo. Y así puede ser.
Disputar en casa la ida de la eliminatoria te otorga una serie de ventajas: en caso de prórroga tienes 30 minutos extra donde tu gol vale más que el del conjunto local. La presión del equipo a domicilio es menor que la del que juega en casa y sobre todo, si éste es grande y está obligado a ganar. Además, en los encuentros de ida se suelen anotar menos goles y hay más especulación, lo que favorece a resultados cortos, pues ambos contendientes saben que queda una vuelta por disputar.
Basta ver las últimas eliminatorias a máximo nivel decididas en Champions o en repescas para ver que jugar la ida en casa no es tan malo. En esta repesca 2013 de acceso al Mundial, ninguno de los cuatro equipos que jugó la ida como local perdió y todos ellos, salvo Islandia, son claros favoritos para pasar a la fase final a disputar en verano. En la anterior repesca de 2009, se clasificaron dos de los cuatro equipos europeos que jugaron con la ida en casa.
En Champions, por ejemplo, a partir de cuartos de final, la pasada campaña sólo dos eliminatorias salieron del lado del que jugó como local la ida, por cuatro que venció el que lo hizo primero a domicilio. Y si repasamos la historia de la competición, vemos como han sido muchos los ejemplos donde el triunfador resultó ser el equipo que jugó en casa primero.
Así pues, ¿debe la UEFA premiar con jugar la vuelta en casa a los equipos que quedan primeros en la fase de grupos? Quizás, no, quizás debería permitir elegir a éstos lo que quisieran. Posiblemente, sería la solución más justa.