Última actualización 15 octubre, 2024 por Alberto Llopis
Finalmente y pese a que estuvo muy cerca de no realizarse, el Rayo Vallecano firmó al que es posiblemente el fichaje más polémico del mercado de invierno en toda Europa. La operación por la cesión del jugador ucraniano del Betis, Zozulya, llegó a paralizarse tras una enorme presión de la afición vallecana a sus directivos. Los motivos, los ideales políticos del jugador, muy activo en estos temas, que en principio parecían bastante contrarios a los de la masa social vallecana, muy conocidos y marcados.
Nada más conocerse la noticia, las redes sociales echaron humo al considerar que los ideales del jugador, supuestamente vinculados a la extrema derecha ucraniana, poco o nada tenían que ver con la forma de ver la vida de la afición que acude a Vallecas. Esta presión social hizo que el fichaje se parara para a pocos minutos del cierre del mercado de invierno de 2017, el Rayo decidiera finalmente efectiva. La cosa fue hasta tales puntos que se emitió un comunicado en nombre del jugador para desmentir sus supuestas ideologías.
Lo cierto es que las cosas andan mal por Vallecas. Recién descendidos de Primera, con una de las plantillas más caras de Segunda y luchando por no descender a Segunda B, la grada de Vallecas anda reñida con sus jugadores y directivos. El fichaje de Zozulya, no hace sino añadir más leña a un fuego que amenaza con quemar a un clásico del fútbol español.
La plataforma ADRV -colectivo que agrupa a numerosas peñas y grupos rayistas- también emitió un comunicado en el que rechazaba el fichaje de un reconocido «neonazi». El jugador, nunca ha escondido su apoyo al ejercito ucraniano ni u admiración por Stepan Bandera, figura histórica ucraniana honrada por organizaciones de extrema derecha. Aunque el jugador siempre ha desmentido pertenecer a ningún grupo neonazi. Veremos como queda la cosa.