Última actualización 14 junio, 2017 por Alberto Llopis
Son estas cosas que tiene el fútbol moderno del siglo XXI, la de la creación de equipos sin historia ni casi aficionados que acaban incluso superando a base de talonario a los equipos de toda la vida de la ciudad de turno. Hace una década asistimos al caso del Granada 74 que compró la plaza de otro equipo de estas características, el Ciudad de Murcia. El tema duró un año pues duraron sólo una temporada en el fútbol profesional y después descendieron y no se supo nunca más. Ahora en 2017 la historia tiene visos de repetirse aunque el tema incluye a un histórico del fútbol español.
El Hércules se encuentra en una delicada situación al conocer que Hacienda no acepta su última oferta para desbloquear el club. Esta situación deja a la entidad alicantina en una situación desesperada, casi al borde de la liquidación. Una de las soluciones que estudia el Hércules, según desvela hoy toda la prensa deportiva española, es la de comprar la plaza del Lorca FC para jugar el año que viene en Segunda, finiquitar a un histórico club con casi 96 años de historia, su deuda cercana a los 25 millones de euros y empezar así como un nuevo equipo en el fútbol profesional.
El conjunto murciano, recién ascendido a la categoría de plata con David Vidal al que decidieron no renovar, va de la mano del empresario chino Xu Genbao y su grupo quienes han puesto su plaza en la LFP a la venta por unos 9 millones de euros y según estos mismos medios que sacaban la noticia, el Hércules ya ha mostrado su interés con varias reuniones. De hecho, el club alicantino ya ha consultado con la Federación y la LFP todos los trámites burocráticos necesarios para ejecutar la compra. Algo que no se presupone sencillo por las malas relaciones entre ambas entidades.
La Segunda A es de lleno competencia y jurisdicción de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), pero la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) debe intervenir en el proceso para autorizar el cambio de un equipo de una federación autonómica a otra, como sería el caso del Lorca FC y el Hércules de Alicante. El conflicto entre Tebas (LFP) y Villar (RFEF) harían que los primeros, organizadores del fútbol profesional, no estuvieran muy conformes con esta operación, máxima si implicara una refundación para evitar las deudas, una situación que también recoge el reglamento de la LFP. Otro histórico en apuros, recién descendido a Segunda B como el Mallorca, podría estar interesado.