Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
México es un país de imponente belleza natural, que goza de grandes paisajes, variados climas y gran hospitalidad. No obstante, esa cualidad se ha visto opacada por el más temible de los climas que se puedan sentir: La violencia. En la nación azteca, opera una especie de “ley de la selva” en donde se busca sobrevivir a costa de muchas situaciones.
La corrupción, los problemas derivados de la economía, la falta de educación, entre muchos otros factores, originan graves tensiones en la sociedad, que inciden en el elevado índice delictivo que propicia la proliferación de robos, asaltos a mano armada, riñas, ajustes de cuentas, secuestros, extorsiones, narcotráfico, etc. Todos estos fenómenos generalmente acaban en un encarnizado derramamiento de sangre, que en los últimos ocho años, ha acabado con la vida de alrededor de 80 mil personas, según fuentes no oficiales, pero más veraces.
De entre las numerosas víctimas, sobresalen diversos sectores sui generis, que por ser personas públicas, causan mayor revuelo entre la población a la hora de sufrir atentados. Uno de estos sectores, lo conforma el gremio de futbolistas. Hace sólo una semana, comenzó una serie de hechos que consternaron a buena parte de la población. En una serie de atentados a lo largo de la semana, fueron asesinadas 31 personas en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero. En esa afrenta, una de las víctimas fue el joven futbolista de 15 años de edad, perteneciente a los Avispones de Chilpancingo, equipo de Tercera División, que en vida respondía al nombre de David García Evangelista.
Parte de estas acciones ocurrieron cuando el equipo regresaba a su ciudad de origen y fueron atacados por policías, quienes presuntamente perpetraron un ataque en contra de estudiantes del poblado de Ayotzinapa. En este ataque aislado, fueron disparados alrededor de 400 proyectiles contra el autobús que aparentemente fue confundido con los de los estudiantes a quienes iba dirigida la agresión. Estos disparos, también acabaron con la vida del chofer. Muchos de los miembros del equipo sufrieron heridas considerables.
El hecho, hizo recordar, otros episodios en los que han sido violentados, tanto futbolistas mexicanos, como extranjeros, quienes han sufrido agresiones sin aparente motivo. Se recuerda mucho el episodio que acabó con la carrera de Salvador Cabañas en 2010; el secuestro al técnico Rubén Omar Romano en 2005, y la agresión en un bar, al ex futbolista Antonio Carlos Santos en 2008. En todos estos cotos de violencia, las víctimas contaron con mucha fortuna y vivieron para contarlo. Sin embargo, algunas de estas agresiones, terminaron en lamentables decesos, como veremos a continuación.
Octavio “Centavo” Muciño (1950-1974): El 3 de junio de 1974, aquel mediocampista que hasta hoy, sigue siendo un emblema del Cruz Azul, fue asesinado en Guadalajara, luego de discutir y pelear con el hijo de un empresario jalisciense. Luego de la riña, el rival, de nombre Jaime Barreto, disparó contra Muciño, quien para entonces jugaba en las Chivas de la ciudad tapatía. Murió en el hospital, días después de intensa agonía.
Jaime López (1949-1974): El 24 de junio de 1974, Jaime López, compañero del propio Muciño, murió asesinado de 15 tiros, cuando acompañaba a un dirigente político. Se presume que el atentado no era dirigido en su contra sino del propio dirigente, quien también murió. Tan sólo hubo una pequeña diferencia de días entre un crimen y el otro.
José Guadalupe Ibarra (¿-1982): Poco antes del Mundial celebrado en España, el defensa del Toluca fue muerto, al tratar de defender a una mujer que en ese momento era agredida por su esposo. En el acto, el agresor sacó un arma y disparó contra Ibarra, quien se pudo haber salvado; al no recibir la ayuda requerida acabó desangrado, falleciendo en el instante.
David “Magic” Mendoza (1978-2008): El 1 de Noviembre de 2008, David Mendoza fue asesinado de cinco disparos, a las afueras de un centro comercial de Guadalajara. En el momento de la agresión, el apodado “Magic”, quien jugará para Atlas, Chivas y Cruz Azul, iba en compañía de otro ex futbolista, David Zepeda, quien resultó ileso. Se presume que fue confundido con un narcotraficante.
Edgar García de Dios (1977-2010): El 26 de Junio de 2010, el ex futbolista del Toluca, Edgar García de Dios, fue asesinado cuando conducía un taxi. Se presume fue víctima de un asalto, aunque la vida de García de Dios había tenido una fase de excesos, luego de su fracaso en el balompié. El jugador es recordado por tener un fugaz paso por el Linz de Austria, gracias a la iniciativa de Hugo Sánchez.
Guillermo Meza (1988-2010): El futbolista de los desaparecidos Pumas Morelos de Segunda División, de tan sólo 23 años, fue asesinado en un asalto a las afueras de la estación del Metro Universidad, cerca del centro de entrenamiento de los Pumas de la UNAM. Al momento de la agresión, iba acompañado de un amigo y esperaban a una compañera. Los asaltantes robaron el bolso a la chica, e intentaron robar el Volskwagen Bora del occiso, quien se resistió tratando de huir. Los ladrones les dieron alcance y asesinaron al joven futbolista.
Luis Antonio Ortiz y Andrés Barba (¿1998?-2013): Jóvenes futbolistas sub-15 del Guadalajara. Ambos fueron secuestrados y asesinados luego de que supuestamente hicieran burla a un compañero de escuela, quien era hijo de un capo de la droga. Tras ser citados a acudir a una plaza comercial mediante engaños, fueron secuestrados. A pesar de emitir una Alerta Amber y mantener a las familias en vilo, los jóvenes aparecieron acribillados y con visibles huellas de tortura días después.
Noé Hernández (1978-2013): Marchista. Pese a no ser futbolista, Hernández destacó como subcampeón olímpico de caminata en Sydney 2000. El 30 de diciembre del 2012, fue víctima de una agresión en un bar. Recibió una bala en la cabeza que le significó la pérdida de un ojo. Fue dado de alta días más tarde; sin embargo falleció el 16 de enero de 2013, luego de un paro cardiorrespiratorio. La muerte aparentemente fue producto de las secuelas del ataque. Se acusó negligencia médica.
Alan Quevedo: (1999-2014): El joven sub-15, quien militaba en los Tiburones del Veracruz, fue asesinado junto con Miguel Calelas Morales, taekwondoín profesional de 25 años. Ambos perecieron al querer enfrentar a los presuntos secuestradores del hermano de Quevedo, quien fue plagiado un par de días antes.