Última actualización 28 marzo, 2025 por Alberto Llopis
El Rayo Vallecano, fundado en 1924 en el corazón de Vallecas, es un club que respira fútbol y lucha. los mejores jugadores de la historia del Rayo Vallecano, aquellos que han dejado un legado imborrable en la franja. Desde goleadores históricos hasta íconos modernos, estos futbolistas han marcado la identidad de un equipo que, aunque sin grandes títulos, ha sabido ganarse el respeto del fútbol español.
¿Quiénes son los mejores futbolistas de la historia del Rayo Vallecano?
Fernando Morena: El goleador uruguayo que marcó una era
Fernando Morena, llegado al Rayo Vallecano en la temporada 1979-80, es una leyenda indiscutible. Procedente de Peñarol, donde anotó 180 goles en 140 partidos, el uruguayo fue un fichaje mediático que costó 750,000 dólares, una fortuna para la época.
En su única temporada en Vallecas, marcó 21 goles en 34 partidos de Primera División, un récord que aún se mantiene como el mayor número de tantos en una campaña para un jugador rayista. A pesar de su impacto, el equipo descendió, y Morena se marchó al Valencia CF. Su paso fue breve, pero su calidad dejó una huella eterna en el fútbol Vallecas 2025.

Óscar Trejo: El extranjero más fiel a la franja
Óscar Trejo, el argentino que ha hecho de Vallecas su hogar, es un símbolo de lealtad. Hasta octubre de 2024, ha disputado 270 partidos con el Rayo, convirtiéndose en el extranjero con más encuentros en la historia del club.
Con 37 goles y 45 asistencias, Trejo ha sido clave en momentos como el ascenso a Primera en 2017-18, donde marcó 12 goles y dio 10 asistencias. En 2025, a sus 36 años, sigue siendo un líder, aunque con menos minutos. Su conexión con la afición lo hace un ícono, pero algunos cuestionan si su impacto estadístico iguala su legado emocional.

Manolo Peñalva: El héroe del primer ascenso a Segunda
Manolo Peñalva es un nombre grabado en la historia del Rayo Vallecano. En 1956, marcó tres goles en la victoria por 5-3 contra el Gimnàstic de Tarragona, logrando el primer ascenso del club a Segunda División.
Peñalva jugó más de 200 partidos entre los 1940s y 1950s, anotando 87 goles, y luego fue entrenador del equipo. Su polivalencia y liderazgo lo convirtieron en un ídolo, aunque la falta de registros completos de esa era dificulta compararlo con jugadores modernos. Su legado, sin embargo, es un pilar del Rayo.
Hugo Sánchez: El mexicano que trajo glamour a Vallecas
Hugo Sánchez llegó al Rayo Vallecano en 1993-94, a los 35 años, tras brillar en el Real Madrid. A pesar de su edad, el mexicano marcó 16 goles en 29 partidos de liga, mostrando su clase en un equipo que luchaba por la permanencia.
Aunque el Rayo descendió, el fichaje de Sánchez fue un golpe mediático que elevó el perfil del club. Su impacto fue más simbólico que práctico, pero su nombre sigue siendo uno de los más reconocidos en la historia rayista, un testimonio de su calidad eterna.
Guilherme Alves: El brasileño que conquistó Vallecas con goles
Guilherme de Cássio Alves, conocido como Guilherme Alves, llegó al Rayo Vallecano en enero de 1995 desde São Paulo FC, donde había ganado la Copa Libertadores y la Intercontinental.
Este delantero brasileño, nacido el 8 de mayo de 1974 en Marília, dejó una marca imborrable en Vallecas durante sus dos años y medio con el club. En su primera campaña, en Segunda División, marcó 14 goles en 17 partidos, siendo clave para el ascenso a Primera División.
En la temporada 1995-96, ya en LaLiga, anotó 10 goles, incluyendo un doblete en una histórica victoria por 1-2 contra el Real Madrid en el Bernabéu, que provocó el cese de Jorge Valdano como entrenador merengue. En su última temporada, 1996-97, marcó 14 goles más, pero el Rayo descendió a Segunda. En total, Guilherme sumó 38 goles en 77 partidos oficiales con el Rayo, según Transfermarkt.
Años después, en 2014, expresó su cariño por el club: “Los años que pasé en el Rayo Vallecano fueron muy importantes para mi crecimiento personal y futbolístico. Es uno de los dos equipos que tengo en mi corazón”. Su olfato goleador y su legado lo convierten en uno de los mejores jugadores de la historia del Rayo Vallecano.
Diego Costa: El trampolín hacia la élite
Diego Costa tuvo un paso fugaz pero crucial por el Rayo Vallecano en 2011-12, cedido por el Atlético de Madrid. En solo 16 partidos, marcó 10 goles y dio 3 asistencias, siendo clave para la permanencia en Primera.
Su potencia y garra lo hicieron un favorito de la afición, y su rendimiento lo catapultó al Atlético, donde se convirtió en una estrella mundial. Costa es un ejemplo de cómo el Rayo puede ser un trampolín para grandes talentos.
Wilfred Agbonavbare: Ídolo eterno de Vallecas
Wilfred dejó una huella imborrable en el Rayo Vallecano durante su etapa entre 1990 y 1996. Este portero nigeriano, nacido en Lagos en 1966, llegó al club madrileño con el sueño de triunfar en Europa y lo logró con creces, al menos en el equipo de la franja, convirtiéndose en un ídolo eterno para la afición de Vallecas.
En sus seis años con el equipo, disputó 189 partidos oficiales, un récord para un extranjero en el club hasta 2021, cuando Óscar Trejo lo superó. Su agilidad, reflejos felinos y carisma lo hicieron un pilar fundamental en una etapa de altibajos para el Rayo.
Wilfred fue clave en el ascenso a La Liga en la temporada 1991-1992, jugando los 38 partidos de liga y encajando solo 27 goles, lo que lo convirtió en el segundo portero menos goleado de Segunda División ese año. Su presencia bajo los palos fue sinónimo de seguridad, y su conexión con los aficionados, inquebrantable.
A lo largo de su carrera en el Rayo, vivió dos promociones y dos descensos, mostrando su compromiso en cada partido, sin importar la categoría. Más allá de las estadísticas, Wilfred enfrentó momentos duros, como el racismo que sufrió en un encuentro contra el Real Madrid en 1993, pero su profesionalismo y humildad lo elevaron como un símbolo de lucha.
Califica tú esto que ocurrió a mitad de los 90
PD: cuanto hdp hay por el mundo y que buen tipo era Wilfried pic.twitter.com/wrFWGjFCBx— Colgadosporelfutbol® (@colgadosfutbol) July 20, 2022
Fuera del campo, su bondad dejó una marca igual de profunda; muchos de sus ex compañeros lo describieron como «la mejor persona» que conocieron.
También se le pudo ver en el programa de televisión ‘El Jefe’, donde estaba trabajando en el aeropuerto de Barajas de Madrid donde trabajaba como mozo.
Aunque su vida terminó trágicamente en 2015 a causa del cáncer, su legado perdura en Vallecas, donde un mural en el Estadio de Vallecas lo inmortaliza. Wilfred no solo defendió la portería del Rayo, sino que también conquistó los corazones de una afición que, aún en 2025, lo recuerda como un verdadero mito.
