Última actualización 9 julio, 2021 por Alberto Llopis
No cabe duda alguna de que esta edición de la Eurocopa está siendo de lo más especial. Estamos presenciando un torneo vibrante, con sorpresas y con gran espectáculo. Podríamos decir que este capítulo puede que marque un punto de inflexión en la historia de la competición, teniendo, precisamente, a los inventores de este juego como grandes protagonistas. Y es que sí, aunque suene raro, Inglaterra está a un paso de ser campeón.
El combinado inglés ha ido creciendo a medida que dicha competición avanzaba, colgándose la vitola de favorito conforme se sucedían las eliminatorias. Poco a poco, se ha ido abriendo camino y ha alcanzado la gran final.
El domingo, nada más y nada menos que contra Italia, tendrá lugar el partido que todos los ingleses llevan esperando desde hace 55 años, cuando saborearon el éxito en el Mundial de 1966.
Más de cinco décadas después, Inglaterra puede volver a ser campeón
La historia del fútbol no ha sido muy justa con aquellos que le dieron vida. Inglaterra, una de las grandes potencias de este deporte, que cuenta con la que para muchos es la mejor liga doméstica del planeta, apenas ha tenido alegrías con su combinado nacional.
La ‘Three Lion’, como popularmente se le conoce, solo ha podido saborear el éxito en la Copa del Mundo de 1966, donde derrotó por 4-2 a Alemania en un duelo polémico que se resolvería en la prórroga con Wembley como testigo.
A partir de ahí, la selección inglesa no ha vuelto a levantar ningún gran título. Lo más cerca que ha estado de ello fueron los dos terceros puestos alcanzados en las Eurocopas de 1968 y 1996.
Precisamente, es en el torneo continental donde Inglaterra más dolido ha quedado siempre, puesto que jamás ha llegado a tener opciones reales de reinar en Europa, salvo hasta este año donde jugará su primera final.
Todo el viento sopla a favor de Inglaterra
Inglaterra ha llegado al último peldaño de la flamante escalera de le Euro haciendo muchas cosas bien, pero quizás, para muchos, su travesía no ha sido de lo más incómoda.
Y es que el equipo inglés, de llegar a la final, como así ha sido, sería el único que jugaría 6 de los 7 partidos en casa. Además, las semifinales y esa gran final también tenían al Estadio Wembley como escenario.
Pero por si eso no fuese suficiente, cabe recalcar que las restricciones impuestas por el gobierno británico han provocado que apenas pueda acceder afición extranjera al país, dejando al público local como hinchada mayoritaria, y de forma muy amplia.
Circunstancias como estas han ayudado seguramente, y mucho, a que Inglaterra pueda romper con su racha negativa y hacer historia por primera vez en una Eurocopa.