Última actualización 18 septiembre, 2013 por Julio Muñoz
Dice una canción del añorado grupo musical Presuntos Implicados «como hemos cambiado, que lejos ha quedado…». Quizás, sin saberlo esa letra que hacía referencia a una historia de desamor es hoy perfectamente válida para una de las mejores aficiones de España a lo largo de la historia de la Liga, la del Valencia.
Exigente, pero fiel como pocas y a muerte con su equipo en las buenas y en las malas, la afición valencianista siempre mereció el respeto del fútbol mundial con su continuo apoyo en Mestalla y lejos de él a su equipo. Partido tras partido, temporada tras temporada, rara el día o la noche donde el recinto valencianista no estaba abarrotado para presenciar la visita de los mejores, o no tan mejores equipos de España y de Europa. Un club al alza que se había hecho a base de esfuerzo sobre el tapete con el título honorífico de «tercer mejor equipo de España» hacía las delicias de una afición que acumulaba largas listas de espera para convertirse en abonado del club.
Jugadores emblemáticos, títulos con cierta frecuencia (ahí está la Copa del Rey del 99, las dos Ligas de Benítez, las dos finales de Champions, la Supercopa de Europa, la Copa de la UEFA) conseguían encandilar a unos seguidores que tiempo atrás habían pasado malos momentos deportivos como el descenso a Segunda División, pero que aún a pesar de todo habían seguido animando con más vigorosidad a sus jugadores (recordar que en 1986 se incrementó en Segunda el número de socios).
Sin embargo, dice el refranero español que cualquier tiempo pasado fue mejor y a buen seguro que en Mestalla pueden dar buena fe de ello. Ese público que animaba, increpa hoy a los futbolistas de su plantilla (cierto que unos pocos no representan a una mayoría), es más exigente que nunca con los suyos (pitadas, pañoladas como la vivida con la Real Sociedad el pasado curso) y sobre todo, y lo que es peor, empieza a abandonar y dar la espalda a todo lo que hace referencia a un club que ya no es el tercero de España, sino el cuarto, quinto o sexto.
Las cifras del número de abonados y asistencia a Mestalla no admite dudas. El curso pasado fueron al estadio 722.253 seguidores en los 19 partidos de liga en casa, una media de 38.013 espectadores por partido, convirtiéndose en el cuarto equipo de España con más gente en su recinto. Una cifra muy alejada de los 894.000 espectadores que fueron en la temporada 2003-04 (47.058 de media) o los 786.000 del 2007-08 (41.368 de media), años donde el Valencia era el tercer conjunto de España en asistencia a los estadios en parte porque se era capaz de llamar la atención unas 10.000 personas más por partido.
Por supuesto, existe crisis y mucha, pero también un club desecho sin grandes figuras y sin rumbo, que le hace caminar por un camino hacía la nada donde el objetivo ni siquiera está claro. Quizás, todo este conglomerado sea la explicación a una afición que se deshilacha a marchas forzadas a pesar de las rebajas cada vez más frecuentes en los abonos y de los mensajes propagandísticos donde se oye que cada vez público se deja caer por Mestalla. Y es que hay veces que el dinero no lo es todo. Sobre todo, si de por medio, hay una ilusión. Esa que hoy en día no tiene la del Valencia.
Asistencia a Mestalla:
Temporada 2012-13: 722.000 espectadores (media de 38.013)
Temporada 2011-12: 739.493 espectadores (media de 38.921)
Temporada 2010-11: 764.300 espectadores (media de 40.226)
Temporada 2009-10: 780.100 espectadores (media de 41.058)
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Temporada 2007-08: 786.000 espectadores (media de 41.368)
Temporada 2003-04: 894.000 espectadores (media de 47.058)