Última actualización 5 mayo, 2013 por Julio Muñoz
Italia tiene nuevo campeón de la Serie, la Juventus que ya ganó el curso pasado. Los blanquinegros han dejado atrás a sus demonios. La reputación del club bianconero se manchó en 2006 con el escándalo del Moggigate –compra de árbitros por parte de algunos equipos italianos, que precipitó al equipo a la segunda división– y a principios de esta temporada los fantasmas volvieron a aparecer cuando su técnico, Antonio Conte, tuvo que afrontar una sanción de cuatro meses –en un principio se le iba a castigar con 10– por su implicación en un escándalo de fraude en las apuestas depotivas y amaño de partidos. Ahora, casi cinco meses después de que Conte retomara los mandos, la Juventus goza de su histórico estatus de equipo grande, si aún no en Europa, desde luego en Italia. La bianconera, que ha levantado su segundo Scudetto consecutivo, vuelve a ser la Vecchia Signora: el histórico dominador italiano al que pocos pueden resistirse.
La temporada pasadala Juventus también levantó el título italiano. Este año ha demostrado que vuelve a ser fuerte, que aquello no fue un accidente, que es el equipo líder en Italia tanto por su posición en el campeonato casero como en la Champions, donde ninguno de sus compatriotas ha logrado acercarse a sus logros, que pasan por haber alcanzado los cuartos de final –el Barcelona echó al Milan en octavos–. Las aspiraciones juventinas se frenaron cuando el Bayern se cruzó en su camino y, con rigor alemán, supo embotar a los de Conte el cerebro y las piernas. En Italia la historia es otra. La Juve es la que anula a los demás.
El liderazgo del conjunto piamontés en la Serie A es indiscutible. Solo la Roma, la Sampdoria, el Milan y el Inter han conseguido imponerse a la bianconera. Cuatro equipos, cuatro derrotas (la temporada anterior permaneció imbatida, aunque cedió muchos más empates y solo le sacó cuatro puntos de ventaja al Milan al término de la competición). La diferencia de puntos con su inmediato perseguidor, el Nápoles (con un partido menos), es de 14, lo que le ha permitido conquistar el título tres jornadas antes de que termine la temporada.
Ver a la Juventus sobre el césped es aún más definitivo que esos números porque los de Conte ejercen un claro control sobre el juego: los ladrillos y el cemento para frenar cualquier amenaza (Barzagli, Chiellini, Bonucci y Buffon, el capataz de la zaga), el cuchillo para atestar el golpe definitivo (el chileno Arturo Vidal y Vucinic, aunque están lejos de ser los capocannonieri), la batuta para mandar y el arpa para crear (Pirlo es ambas cosas). Saben picar, pero también dormir los partidos.
No todo ha sido una sinfonía de buen juego. En muchos encuentros la Juventus se ha dejado llevar por el sopor y se ha alejado del fútbol, como ocurrió hace dos semanas contra el Milan. Pero, incluso en esas circunstancias, los puntos han ido a parar al saco turinés.
Hace justo una vuelta, Conte volvió al banquillo tras su sanción. Fue en Sicilia contra el Palermo y la Juve le dedicó una victoria. Hoy, en el Juventus Stadium, el premio ha sido el vigésimo noveno Scudetto del club (serían 31 títulos si la justicia no la hubiera desposeído de los campeonatos de 2004-2005 y 2005-2006 por el escándalo Moggigate). A los piamonteses les valía con un punto para cantar el alirón. Sumaron tres.
Los locales dominaron el partido. Con paciencia, intentaron mermar el cerrojo del Palermo, equipo asfixiado en la parte baja de la clasificación. Los visitantes mostraron poco peligro en los primeros minutos y la primera intervención de Buffon no llegó hasta la media hora de partido. Tras el descanso, y al contrario de lo que apuntaban los 50 minutos anteriores, Miccoli estuvo a punto de aguarle la fiesta al líder de la Serie A.Miccoli mandó un balón al palo que ahogó por un momento los cánticos del Juventus Stadium. Cuando peor se estaban poniendo las cosas para la Juventus, el árbitro vio un penalti sobre Vucinic. Arturo Vidal no falló y puso en bandeja el título. La mala noticia para la Juventus vino de mano de Pogba, expulsado por escupir a un contrario.
En la carrera de las ligas italianas,la Juventus es líder indiscutible. Por el retrovisor bianconero ni si quiera se asoman sus más inmediatos perseguidores, el Inter y el Milan, con 18 títulos cada uno. Será necesaria más de una década y un buen sprint para que la Juventus pueda ver amenazada esa supremacía.