Última actualización 24 agosto, 2013 por Alberto Llopis
Ronaldinho vive su segunda juventud. Cuando parecía que ya nadie daba un duro por él, Ronaldinho Gaucho ha resurgido de sus cenizas. Durante los primeros años del siglo XXI fue uno de los mejores del planeta fútbol. Ver jugar a Ronaldinho era sinónimo de espectáculo y talento, era fantasía al servicio del espectador.
Sus temporadas en el Barcelona fueron posiblemente sus mejores años como futbolista, ganando incluso el Balón de Oro. En aquel Barcelona donde empezaba a despuntar un tal Leo Messi, Ronaldinho deslumbró a los aficionados del mundo entero con su fútbol imaginativo, talentoso y casi de otro planeta.
Como casi todos los astros brasileños, su vida pública y los escándalos lastraron su carrera. Dejó de un lado su forma física hasta el punto de alcanzar un nivel lamentable y ser más conocido por sus affaires dentro del campo. Llegó un momento en el que ni siquiera salía al campo de entrenamiento.
Después marchó hacia Italia para jugar en el AC Milan. En tres temporadas allí con el ochenta en sus espalda no volvió a ser el que era y en posiblemente su peor forma, volvió a Brasil para enrolarse en las filas del Flamengo.
Allí vivió lo mejor y lo peor. Alternó periodos de gran nivel y otros con menos. La torcida del Flamengo la tomó con él y creó una línea telefónica para denunciar sus fiestas nocturnas que no eran pocas. Al final abandono el club con polémica y una resolución judicial.
Esto le llevo el verano de 2012 al Atlético Mineiro donde parece haber resurgido. Ronaldinho (21 de mayo de 1980, Porto alegre Brasil) se enfrenta quizás ante la última oportunidad de volver a ser quien fue, de demostrar que merece un hueco más grande en la historia. Fue convocado por Scolari poco antes de la Copa Confederaciones de 2013 aunque al final no fue citado. Quien sabe si el Mundial de Brasil 2014 podría ser el del retorno de Ronaldinho.