Última actualización 11 septiembre, 2019 por Alberto Llopis
¿Por qué vive continuas crisis el Valencia CF? El club de Mestalla es especialista en auto destruirse, en pegarse un tiro en el pie, en quemarse a lo bonzo como si fuera una falla. Si no, no se entiende como puede ser que ya sea por unos o por otros, a lo largo de la historia se haya empeñado en echar por tierra todo cuando parece que todo está en calma y marcha a la perfección. La última de Peter Lim no hace más que confirmar que el club vive en una montaña rusa constante desde hace al menos 15 años.
Una deuda astronómica, un estadio en obras parado más de una década y continuas idas y venidas institucionales
Rutilantes fichajes, base de la selección nacional que ganó la Eurocopa 2008 y dos veces campeón de Liga, el Valencia era el equipo de moda del fútbol español a principios del nuevo milenio. Tanto lo era, que en un proyecto propio de faraones, el club comenzó a construir un nuevo estadio que en palabras de Juan Soler, autor de tan terrible idea, tendría el honor de ser el mejor de Europa.
Tanto en capacidad (se especulaba 85.000 personas), sino en modernidad y confort (se quería cubrir todos los asientos y hacer los mejores accesos a un campo de toda Europa). Una década después sólo podemos ver una estructura abandonada y deteriorándose con el tiempo de lo que iba a ser y lo que más de diez años después no es. Y si se hace, será con un proyecto totalmente diferente al inicial.
Sin embargo, la enorme deuda y una lánguida crisis económica que nunca parecía acabar dio al traste todo y transformó a ese club que parecía comerse al mundo y era uno de los grandes tiburones del fútbol en un pez que lucha por no ser devorado ni comido por unos pescadores disfrazados de recaudadores de Hacienda. Con la llegada del mecenas Peter Lim muchos se frotaron las manos esperando tiempos de gloria, de esplendor, de mucho dinero. Nada se cumplió, todo ha quedado lejos de la realidad.
El Valencia como club vendedor
Sólo en la última década el Valencia CF ha vendido a sus jugadores insignia siendo prácticamente una tónica habitual en un equipo que se desfonda cada día más. En el verano de 2010, David Villa fue vendido por 40 millones de euros, al igual que Silva al City por 31. Dos buques insignia a los que siguieron una temporada después Mata al Chelsea por 28 millones, Isco al Málaga por 8 y Joaquín al mismo cuadro andaluz por 4.
Ventas que apenas fueron compensadas por el fichaje de Soldado, el más caro con diferencia en este período con 10 millones y que también salió traspasado del club en 2013, asegurando que no había ningún proyecto. Años después la tónica no varió nada y vinieron las ventas de los Otamendi, Mustafi, André Gomes y la de Paco Alcácer, aún más polémica que la de Soldado.
Peter Lim y Mendes, un negocio redondo con las crisis del Valencia
La llegada de Peter Lim en 2014 cuando el Valencia estaba a punto de entrar en Ley Concursal, parecía que iba a ser ese maná que tanto necesitaba el club valencianista. Sin embargo, 6 temporadas después, la realidad es bastante distinta. El club ha vivido a nivel deportivo de todo desde 3 clasificaciones para Champions y un título de Copa hasta temporadas mediocres donde se llegó a coquetear con el descenso. Sin embargo a nivel institucional la cosa sigue yendo de mal en peor.
Lim y Mendes, su hombre fuerte en materia de fichajes, llevaron al Valencia con su negocio a una deriva deportiva con diferentes directores deportivos como Alexanco y un carrusel de entrenadores como Nuno y Prandelli y pseudo entrenadores como Gary Neville y Paco Ayestarán. Todo para acabar salvando la papeleta dos años seguidos Voro, hombre de la casa. Solo la llegada de Mateu Alemany y Marcelino García Toral, dotaron al club de lógica, equilibrio y sentido común. Tanto a nivel deportivo como institucional.
Algo que revalorizó al club, con dos clasificaciones para la Champions y el título de Copa del Rey, y que también hizo que el dueño del club quisiera recuperar su negocio de compra venta de jugadores junto a su hombre fuerte. El resultado final ha acabado con Marcelino de patitas en la calle, tras plantar cara a Lim, en la calle y posiblemente el siguiente sea Mateu Alemany. Una más en estos últimos años de paseo por la montaña rusa en la que se ha convertido el Valencia.
¿Que sería del Valencia CF sin tantas crisis ni gestiones nefastas?
¿Se imaginan un equipo como el Valencia con una buena gestión? Un equipo que hubiera mantenido a los Silva, Mata, Villa, Soldado, Otamendi y compañía. Un equipo en el que no hubieran hecho prácticas aspirantes a entrenador como Neville o Ayestarán o simplemente un club que no estuviera instaurado en un estado de desproposito permanente, capaz de triturar 11 entrenadores y un montón de jugadores en 7 años ¿Se imaginan lo que podría ser el Valencia CF y en lo que lo han convertido? Entre todos lo han herido y veremos hasta donde llega el daño.