Última actualización 3 abril, 2018 por Javi Argudo
Increíble lo que se vivió el pasado fin de semana en un partido correspondiente a la jornada 25 del Grupo 12 de la Segunda Regional española. Se enfrentaban el Inter de San Blas de Alicante y el filial del Jove Español de San Vicente.
Poco antes de llegar al descanso del partido, el conjunto local sufrió la expulsión de uno de sus jugadores por menosprecio al colegiado, lo cual supone una sanción de 2 partidos. El partido siguió con cierta normalidad hasta que en el minuto 88 todo se desmadró.
Con 2-5 en el marcador, llegó el carrusel de expulsiones para el equipo local. Primero fue Vicedo por agredir a un contrario (4 partidos de sanción), posteriormente emplear lenguaje obsceno y gestos de la misma naturaleza (4 más) y por último agredir al árbitro (6 partidos más). En total 14.
Pero no quedó ahí la cosa. Rosillo y Berenguer, también jugadores locales, acumularon 16 y 14 partidos de sanción respectivamente con sendas expulsiones también por agredir al árbitro, por lenguaje ofensivo y por violencia leve hacia los árbitros, tal y como refleja el acta. Pérez-Crespo y Aparicio sumaron 4 partidos de sanción cada uno de ellos y por último, incluso el delegado del equipo ha sido sancionado con 6 partidos y tres meses por “incumplir sus obligaciones como delegado de campo o equipo, provocando con ello que peligre la integridad física de los intervinientes en el encuentro”.
En total, más de 60 partidos de sanción para el equipo local, una auténtica barbaridad.