Última actualización 13 enero, 2013 por Julio Muñoz
El Manchester United hizo hoy valer los goles del holandés Robin Van Persie y el serbio Nemanja Vidic para superar en Old Trafford a un Liverpool que recortó distancias por medio del inglés Daniel Sturridge y amenazó con amargar la tarde a los locales en los últimos minutos (2-1).
Los aficionados de los «diablos rojos» no dejaron de mirar el reloj en el último tramo de un duelo que mantiene a su equipo al frente de la liga inglesa con diez puntos de ventaja sobre sus vecinos del Manchester City, que esta tarde se miden en Londres al Arsenal.
El Liverpool se presentó en Manchester más ansioso que los locales y recogió el guante que le lanzaron los de Alex Ferguson al inicio el partido: vestidos con su equipación negra, fueron los de Brendan Rodgers quienes cargaron con el peso del encuentro en los primeros minutos.
El United se limitaba a presionar en la zona de salida del balón de los visitantes y se aseguraba de que ningún futbolista del Liverpool caminara solo, lo que le bastaba para que el arquero español David De Gea no se viera amenazado, al tiempo que los «reds» se confiaban en exceso sobre el césped de Manchester.
A pesar de que el delantero inglés Wayne Rooney quedó hoy fuera de los planes de Ferguson debido a una lesión, de la que estará recuperado previsiblemente esta semana, el United cuenta esta temporada con el holandés Robin Van Persie, máximo goleador de la Premier, que le asegura un ataque letal en cualquier circunstancia.
Los locales se mantuvieron al ralentí hasta que vieron clara una jugada en la valiera la pena arriesgar: fue casi en el minuto veinte, cuando el equipo se volcó hacia el área rival y, tras una elaborado jugada de más de una decena de pases, el balón terminó en las botas de Patrice Evra, que superó a al defensa «red» por la izquierda.
El centro raso del francés encontró a Van Persie en su lugar natural, el centro del área, desde donde golpeó el cuero con su pie izquierdo e hizo inútil el esfuerzo del español Pepe Reina por evitar el primer gol del United, el decimoséptimo del holandés esta temporada en la Premier.
José Mourinho, entrenador del Real Madrid, veía desde la grada como los locales, próximo rival de los blancos en la Liga de Campeones, se crecían con el marcador a favor y encadenaban oportunidades tanto de Van Persie como del inglés Danny Welbeck y el japonés Shinji Kagawa.
Poco antes del descanso, los aficionados del Liverpool que se habían desplazado a Manchester contemplaron con preocupación como Reina sufría un golpe de Kagawa en el interior del área que le dejaba tendido en el suelo durante varios minutos, si bien el español pudo reincorporarse y seguir el resto del duelo bajo los palos.
Los «diablos rojos» habían impuesto su dominio durante casi media hora en la primera parte, pero no fue hasta el minuto nueve de la segunda cuando lograron un segundo tanto que parecía inapelable.
Van Persie sirvió una falta desde fuera del área con un balón bombeado en dirección a Evra, que se escurrió por detrás de la defensa «red» para entrar por el segundo palo y cabecear un balón que, tras rebotar en su compañero Vidic, terminó en la red de Reina.
No tenían intención de tirar la toalla los «reds», que han escalado varias posiciones en la tabla en las últimas semanas hasta situarse en una octava plaza desde donde las competiciones europeas ya no parecen tan inalcanzables como antes.
Con el uruguayo Luis Suárez desactivado por la defensa del United en algunos tramos, fue Steven Gerrard quien tomó las riendas en el peor momento para los suyos.
El centrocampista inglés sorprendió a los locales tres minutos después del 2-0 con un chute desde fuera del área que no se coló en la red gracias a la mano que sacó De Gea en el último momento.
El balón quedó sin dueño en el área y el también inglés Daniel Sturridge se supo aprovechar de que el defensa brasileño Rafael da Silva estaba demasiado lejos para llegar al cuero y empujarlo a gol, un primer peldaño hacia un empate que los «reds» no supieron materializar a pesar de las numerosas opciones que fabricaron en el último tramo del partido.