Última actualización 3 abril, 2023 por Alberto Llopis
Piermario Morosini falleció un 14 de abril de 2012 mientras disputaba un partido con su equipo, el Livorno italiano. El futbolista, de 26 años, caía desplomado sobre el césped en aquel terrible Pescara-Livorno disputado en el Estadio Adriatico de Pescara. Sin embargo, su desgraciada muerte, fue el punto y final a una vida llena de desgracias y horrores, una vida que se cebó con él y los suyos.
La dura vida de Piermario Morosini
Su paso por la tierra, estuvo lejos de ser feliz pero pese a ello, Morosini seguía intentando tirar para adelante cuando su corazón dijo basta aquella tarde de abril de 2012. Cuando tenía 15 años, su madre murió. Dos años más tarde, cuando el futbolista sólo contaba con 17 años, fue su padre el que se fue. Al poco, uno de sus hermanos que padecía una discapacidad, decidió suicidarse para poner fin a su vida. Por si no fueran suficientes desgracias, el futbolista cuidaba de su otra hermana la cual necesitaba de cuidados al padecer también una grave discapacidad.
Tristemente, un par de meses después de la muerte de Morosini, iba a fallecer Manolo Preciado, un hombre con una vida y un final, muy similares a la del futbolista italiano. El técnico español había perdido en unos años a su mujer por enfermedad, a uno de sus hijos en un accidente de tráfico y a su padre en otro accidente tan raro como absurdo. Un día antes de ser presentado como entrenador del Villarreal su corazón dijo basta en una zona de playa de Valencia. Gente de fútbol con una historia terrible como ya te contamos la de Jakub Blaszcykowski y la de Hope Solo.