Última atualização 24 Março, 2014 por Alberto Llopis
Colgados por el Fútbol recuerda la mítica final del caballo blanco, el primer partido disputado en el antiguo Wembley. El mítico estadio londinense abrió sus puertas para albergar el 28 de abril de 1923 la final de la FA Cup que disputaban el Bolton Wanderers y el West Ham United.
Creado con capacidad para 125.000 personalidades, las expectativas por ver la final eran tan altas, que hasta cerca de 300.000 aficionados se dieron en cita en Wembley para tratar de seguir el partido bajo la atenta mirada del rey Jorge V. La altisima concentración de aficionados resultó logicamente imposible de cubrir lo que propició que miles de espectadores se agruparan entorno al césped debido a la dificultad para situarse en las gradas.
La primera final disputada en Wembley fue un acontecimiento.El desorden fue tan grande que la policía montada a caballo tuvo que actuar para evitar que la sangre llegara al rio. Dentro de ese conjunto de caballos sacados a relucir por los guardias, se encontraba uno de color blanco, de nombre Billie que resultó ser la postal del encuentro debido a su espectacular belleza y su contraste con el resto de equinos.
Gracias a la actuación de este y los otros muchos, la muchedumbre consiguió escamparse y poder empezar el partido con un retraso de 45 minutos. Ya iniciado el partido, este hubo de suspenderse en el minuto 11 ante una nueva avalancha de aficionados, de los cuales algunos resultaron heridos. Porém, la actuación del caballo y el policía reponsable de él, George Storey, evitó males mayores.
finalmente, el encuentro pudo terminar con victoria del Bolton por 2-0 gracias a un estelar David Jack. Las consecuencias del partido fueron diversas, ya que los 900 heridos leves del partido, sirvieron para mejorar los accesos en los estadios y establecer las primeras medidas de seguridad en los campos. El nuevo Wembley, en recuerdo del suceso, estableció un puente peatonal llamado “White horse bridge” con el fin de concienciar a la gente a buenas conductas en los accesos a los campos de fútbol.
PD: por certo, el caballo blanco no era tal, sino que era gris. Lo que ocurrío era que al ser los medios de la época en blanco y negro, su aspecto aparentaba ser blanco, cuando en realidad Billie era de tono gris.