Última actualización 30 abril, 2018 por Javi Argudo
El mundo del fútbol nos trae historias bonitas que gusta contar. En esta ocasión la de un joven jugador del Mainz, en realidad de su conjunto filial, que vivió ayer el sueño de cualquier futbolista que anhela dar el salto al primer equipo de su club.
Ridle Baku viajaba en bus para jugar un partido con el filial del Mainz cuando recibió la llamada del primer equipo que esa misma tarde jugaba un partido vital por la permanencia contra el RB Leipzig. El futbolista, se bajó en una gasolinera y fue recogido por alguien del club que a toda prisa se lo llevó al estadio al que llegó justito pero a tiempo. El Mainz iniciaba la jornada en descenso y acabó logrando una victoria importantísima con un gol del propio Baku en tiempo de descuento, desatando la locura en la afición.
El joven de 20 años pasó de estar camino de un partido del filial a jugar con el primer equipo y anotar, quien sabe si el gol de la permanencia del club en la Bundesliga alemana. Por supuesto, la victoria se celebró por todo lo alto y Baku subió a la grada para cantar junto a la afición micro en mano. Historias curiosas que nos deja este apasionante deporte.