Última actualización 8 septiembre, 2014 por Alberto Llopis
Ronaldinho apurará los últimos coletazos de su magia en México. Los Gallos Blancos de Querétaro, anunciaron la contratación del antiguo astro brasileño que en la cuesta abajo de su carrera, confía en demostrar la magia innata que lleva dentro, esa que no se pierde pese al paso de los años. El gaucho posiblemente sea uno de los futbolistas más técnicos que ha dado el fútbol en las últimas décadas pero siempre quedará la sensación de que podría haber hecho más y eso que su carrera, no ha estado nada mal.
Ganador del Mundial de Corea y Japón 2002 con la selección de Brasil, fue durante los primeros años del siglo XXI el mejor jugador del planeta. Los mejores años de su fútbol, los disfrutaron en Barcelona donde se vio la mejor versión del astro. En 2005, recibió el Balón de Oro y en 2006 la Champions pero los aficionados lo recuerdan por el espectaculo que significaba verle sobre un terreno de juego. Una supuesta agitada vida personal fuera del cèsped y una descuidada preparación física comenzaron a pasarle factura y su estela se fue apagando pronto, mucho antes de cumplir los 30. Asistió al nacimiento futbolístico de Leo Messi con el que coincidió en los inicios del argentino que heredó su dorsal en el Barcelona.
En 2008 abandonó el club culé con destino Milán donde no llegó a triunfar ni a recuperar su mejor versión para después marcharse al fútbol brasileño donde recaló en las filas del Flamengo para después marcharse al Atlético Mineiro con el ganó la Copa Libertadores de 2013.
Allí, pareció recuperar un poco su mejor versión pero siempre lejos de aquel jugador que maravilló al planeta con acciones que muchos no podrían repetir ni jugando a alguno de los famosos videojuegos de fútbol que circulan por el mercado. México es su última parada hasta el momento. Es prácticamente imposible que vuelva a ser el crack que era pero lo que está claro es que los aficionados al fútbol mexicano podrán disfrutar de su magia aunque sea en gotitas, pocas pero que seguramente justifiquen una entrada.