Última actualización 22 mayo, 2013 por Julio Muñoz
El Valencia ganó 0-1 al Getafe con un solitario gol de Jeremy Mathieu y aprovechó la desidia de su rival para mantenerse en la pelea por la cuarta plaza del campeonato que otorga el derecho de jugar la próxima temporada en la Liga de Campeones. Tampoco su máximo rival, la Real Sociedad falló y venció a domicilio al siempre peligroso Sevilla por 1-2.
En esta ocasión, el Valencia, como ocurre muchas veces por el Coliseum Alfonso Pérez, se vio ayudado por su afición. El primer gol del partido lo marcó su hinchada. Cerca de 1.000 personas del Valencia silenciaron durante casi todo el partido a una afición que no se movilizó ni siquiera cuando su equipo mantiene vivas sus esperanzas europeas.
Ante la apatía generalizada que mostraron desde el inicio los 22 futbolistas que estaban sobre el césped, por lo menos los hinchas del conjunto «che» amenizaron una tarde fría y soporífera en la que ambos contendientes tenían objetivos por los que jugar.
Sin embargo, en muchos tramos del encuentro parecía que el Valencia no optaba a la cuarta plaza y el Getafe a la séptima. Tanto los hombres de Ernesto Valverde como los de Luis García sacaron a relucir un nulo fútbol marcado por una aparente falta de garra que muy pocos soportaron entre bostezos.
Por lo menos en la primera parte, donde sólo hubo un disparo entre los tres palos, en el minuto 44, y que sirvió para inaugurar el marcador. El afortunado en dar en la diana fue el francés Jeremy Mathieu, que aprovechó una cesión de Ever Bánega en una falta para batir a Miguel Ángel Moya desde fuera del área.
Fue el único disparo que ofrecieron Getafe y Valencia en todo el acto inicial. Antes, Roberto Soldado mandó un cabezazo fuera y Pedro León, por parte del cuadro madrileño, asustó con un disparo que se marchó por encima del larguero de Guaita. No hubo nada más, el descanso llegó como una bendición en medio de tanto sopor.
El paso por los vestuarios activó a los dos equipos. Por lo menos al principio, cuando en cinco minutos hubo más tiros que en los primeros 45. Lo intentó primero Ángel Lafita, que sustituyó al principio del choque al lesionado Adrián Colunga, y no tuvo suerte porque Guaita se encontró con el balón cuando disparó desde dentro del área pequeña.
Después, Roberto Soldado se quedó con las ganas de hacer su gol número 99 en la Liga BBVA tras fallar un mano a mano ante Moyá, que salvó al Getafe de un 0-2 que habría sido definitivo. El portero mallorquín sacó una buena mano a tiempo para que su equipo se mantuviera en el partido.
Esas ocasiones fueron un espejismo y esa emoción momentánea desapareció rápido para que el partido regresara a sus inicios, a un despropósito de imprecisiones por ambos bandos con un centrocampismo muy marcado que no iba dirigido hacía ningún lugar.
El Getafe, sin mala uva y con una falta de nervio preocupante, intentó acercarse a los dominios de Guaita sin éxito. El Valencia, con el marcador a favor, sólo tenía que dejarse llevar, defender bien -algo fácil por la actitud del Getafe-, e intentar sentenciar con un contragolpe.
Los tuvo, pero no los aprovechó bien y no volvió a verse ningún disparo más entre los tres palos. El partido se fue muriendo y el Valencia, por inercia, se llevó tres puntos que le mantienen en la pelea por acabar en puestos de Liga de Campeones. El Getafe, salvo milagro, un año más luchará por nada.
La Real, convencida
Por su parte, la Real, con su importante triunfo en el Sánchez Pizjuán (1-2) sigue el duro pulso con el Valencia por clasificarse para la Liga de Campeones y mantiene la cuarta posición en la tabla, mientras que el Sevilla pierde toda su ilusión de seguir en la pelea por volver a jugar un torneo europeo.
Otro partido en el estadio sevillista sin posibilidad para la especulación de los dos equipos, pues la Real había sido desbancada momentáneamente de su cuarta posición tras el triunfo del Valencia en Getafe y sólo los tres puntos en el Pizjuán le devolvería a la privilegiada posición que permitirá disputar la próxima temporada la eliminatoria previa a la fase de grupos de la máxima competición continental de clubes.
El equipo hispalense, por su parte, no le valía también otro resultado que no fuera la victoria en su lucha por engancharse a ese séptimo puesto que da derecho a disputar la Liga Europa.
Así, en los primeros minutos el centrocampista chileno Gary Medel ya lo intentó ante la meta de su compatriota Claudio Bravo, pero el balón se le fue alto, y poco después fue el delantero francés de la Real Antoine Griezmann, en dos oportunidades, el que se plantó con peligro ante el portero portugués Antonio Alberto Bastos ‘Beto’.
Fue el equipo del guipuzcoano Unai Emery el que no perdonó en su segunda intentona y, en una jugada ensayada a la salida de un córner, logró el 1-0 con un remate cruzado del croata Iván Rakitic cuando corría el minuto diez.
Reaccionó bien el conjunto donostiarra al tanto encajado y ello también ayudado por algunas muestras de inseguridad de la defensa local, con lo que pronto llegó la igualada, aunque fuera en una jugada desafortunada del Sevilla al meterse el balón Rakitic en su propia portería tras intentar despejar de cabeza una falta sacada por Asier Illarramendi, quien volvía después de dos jornadas lesionado y que le dio mucha consistencia a su centro del campo.
Los realistas maniataron bien a los rivales y salieron con mucha intención para buscar un segundo tanto que encontraron en las botas de Imanol Agirretxe tras un buen centro de Carlos Martínez.
El equipo del francés Philippe Montanier supo perfectamente darle la vuelta al marcador en ocho minutos y después controlar la situación ante un adversario sin ideas en el centro del campo y que dejó espacios en su defensa.
Un par de intentos aislados del Sevilla antes del descanso, en remates de Álvaro Negredo y Rakitic, no tuvieron frutos frente a un rival que mostró mucho empaque y que se fue al descanso con la victoria.
En la segunda parte al Sevilla le siguió costando encontrar la fórmula para superar la presión de la Real pero con el paso de los minutos empezó encadenar llegadas y buenas oportunidades de marcar, en cabezazos del francés Geoffrey Kondogbia y Negredo y en una incursión de Jesús Navas.
La formación hispalense se envalentonó en busca del empate pero también dejó muy desguarnecida la defensa, con lo que el partido se abrió y tanto pudo llegar la igualada sevillista como el tercero realista.
Ya en el tramo final del choque, la Real empezó a replegarse con más intensidad ante el empuje de un adversario que siempre lo intentó pero con más precipitación que acierto y que no pudo ni lograr un empate que le hubiera valido, no obstante, de muy poco.