Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
Resulta ciertamente curioso lo que está ocurriendo en esta temporada 2013-14. Si analizamos la clasificación de las grandes ligas europeas vemos una extraña curiosidad: la mayor parte de líderes visten de rojo. Alemania, España, Inglaterra, Francia e incluso Grecia han sucumbido al poder de dicho color, más de moda que nunca.
En Alemania, el tradicional rojo del Bayern de Múnich ha conquistado la Bundesliga con más celeridad que nunca y apunta a buscar su segunda Champions de forma consecutiva. En Inglaterra, el Liverpool, veinticuatro años después busca ganar su primera Premier League (nunca la ganó bajo esta denominación) ante los colores azules del Chelsea o Manchester City.
Qué decir de lo que ocurre en España. El Atlético de Madrid, campeón en 1996, busca reverdecer viejos laureles con su clásica elástica rojiblanca que tan de moda parece estar. No totalmente de rojo, pero sí con algo de papel es la vestimenta del PSG, el casi con total seguridad campeón de la Ligue 1 francesa.
La cosa va más allá. En Portugal, el Benfica está a un paso de ganar la liga lusa superando al Porto y a su vecino el Sporting. Lo hace como no podía ser de otra forma de rojo. Algo de lo que también puede presumir el Olympiakos, ganador de la liga helena, con el blanco y rojo por bandera. Colores que curiosamente también luce el Ajax, otro futuro campeón en muy pocas fechas.
Parece que la única liga que escapa a esta «locura roja» es la Serie A italiana, pero ojo. La Juventus está con sólo cinco puntos de ventaja sobre la Roma, que como no, viste también de rojo, colores en otra tonalidad que también viste la selección campeona del mundo y de Europa, la «Roja».
¿Casualidad o no? Sería inútil responder esa pregunta por carecer de argumentos fiables que pudieran dar peso a una respuesta lo más acertada posible. Si es cierto que el rojo abunda en la camiseta de muchos clubes en un porcentaje importante. De ahí a esta fiebre roja, va un mundo, ¿casual o no?