Última actualización 6 abril, 2024 por Alberto Llopis
Pocas veces un gol en propia puerta puede tener tantas repercusiones. Quizás, sí en las películas pueda ser fácil ver semejante guión como el ocurrido con el defensa colombiano Andrés Escobar. El hecho ocurrió durante el Mundial de 1994. Colombia perdía 2-1 contra Estados Unidos en el segundo partido de la fase de grupos, en parte, porque el habilidoso central «cafetero» tuvo la mala suerte de meterse un autogol al intentar despejar un pase del norteamericano John Harkes.
El autogol de Andrés Escobar que derivó en un asesinato
Un momento fatídico que le acarreo la eliminación a una de las mejores Colombia de siempre (Valderrama, Asprilla, Rincón…) y que le supuso la muerte al jugador. Tras acabar el campeonato, durante sus vacaciones acudió a una discoteca de Medellín a pasar lo que en teoría debía ser una noche de fiesta con la que olvidar penas del torneo estadounidense. En el aparcamiento del local, un aficionado de nombre Humberto Muñoz Castro le increpó por su actuación llegando al extremo de insultarle. Tras exigir respeto el futbolista, Muñoz Castro desenfundó un arma de fuego y procedió a disparar seis tiros sobre el futbolista que le ocasionaron la muerte casi de forma instantánea.
El estupor público ante el asesinato permitió la captura del homicida, quien era guardaespaldas y chófer de una pareja de hermanos que aparentemente eran empresarios, Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, de quienes las autoridades sospechaban que tenían vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico en Colombia.
Un momento terrible en la historia del fútbol
Sus compañeros de la selección nacional René Higuita, Víctor Hugo Aristizábal y Mauricio Chicho Serna tuvieron la misión de reconocer el cadáver. El impacto de la noticia fue tal que en los días posteriores a la muerte del jugador, sus compañeros de equipo, temiendo correr con la misma suerte, estuvieron fuertemente escoltados por fuerzas del orden público. A los funerales del jugador, cerca de 120.000 personas asistieron, entre ellas el presidente de Colombia de aquel entonces César Gaviria Trujillo.
Investigaciones posteriores vincularon al homicidio con mafias dedicadas a las apuestas deportivas, aunque el vínculo no pudo ser comprobado judicialmente. El autor del asesinato fue condenado a 43 años de prisión, aunque la pena fue posteriormente rebajada a 23 años, con la entrada en vigencia del nuevo Código Penal de Colombia de 2001. El 5 de octubre de 2005 el autor se acogió a un beneficio extracarcelario que le permitió salir de la prisión. Esta decisión judicial fue fuertemente criticada por diversos sectores de la sociedad, periodistas y organizaciones.
Pocos años después de la muerte de Escobar se estableció la «Copa Andrés Escobar» para el campeón del campeonato de fútbol callejero. Un pequeño homenaje para uno de los más grandes centrales de la historia colombiana.